VI
Hoy desperté escuchando
Chuck Berry con Back in the USA y Route 66, y si bien la mayor de
contenido que suelo "consumir" es totalmente británico y
latinoamericano, en esta ocasión escuché una raíz del rock, la raíz del rock, la música que los norteamericanos
despreciaron y que los británicos sacaron de la basura para extraer la cultura
y hacer el rock, y al escuchar a Chuck Berry recordé aquel libro de Jack
Kerouac, En el camino. Mi vida
después de leer ese libro cambió. Y cambió más cuando un día fui al tianguis
cultural del Chopo en Ciudad de México hace poco y sostuve una conversación con
el vendedor de libros del tianguis:
- ¿Cuánto cuesta este
libro? Señalé ese Kerouac.
- 190, joven. Dijo el
vendedor
- Es un excelente libro.
Volvió a decir después de una pausa que me tomé para admirar el libro.
- Sí, ya lo leí, lo que
sucede fue que lo regalé. Cuando leo libros que me aportaron algo procuro
después regalarlos, porque si un libro para mí fue importante y me aportó algo
muy valioso lo regalo a personas que puedan encontrar en él lo que yo encontré
y valorarlo también o hasta más, es un gesto de compartir una vivencia.
- Sí, es un buen gesto, y
además un buen libro, pero sobre todo resulta muy metafórico, ¿no?, es una
metáfora pues todos estamos en el camino.
Ese vendedor había dado
en el clavo, el viaje del que habla Kerouac si bien fue impulsado por el
traslado físico de lugar en lugar (algo hasta cierto punto juglar) la realidad es que todos
estamos en movimiento y cada lugar en donde nos encontramos es parte del camino
que recorremos, es parte de la vida. La vida es el camino, y el viaje es
el tiempo que aprovechamos de la vida. Dejando un poco a un lado esta reflexión
metafórica y retomando lo anterior, las cosas que más me gustan no suelen ser
norteamericanas, generalmente son británicas y latinoamericanas, sin embargo,
en la literatura no hay cosa que más me guste que la norteamericana: Capote,
Kerouac, Bukowski, Howard Fast, Fante, Hemingway (señorón), Faulkner,
Burroughs, entre otros varios. Me aburre (hay que decirlo) la literatura de
Jane Austen, por ejemplo y de ahí pa’l real…
Y en un momento de
aprovechar algunas condiciones favorables, como el tiempo, la carga de trabajo, la
ausencia de responsabilidades mayores, la cercanía con el país de la literatura
que me gusta, la autodeterminación y toma de decisiones autónomas derivadas de
En el camino, estos factores me llevaron a tomar una en especial: debo hacer un
viaje a los Estados Unidos recorriendo la ruta 66 en auto, algo similar a como
lo hizo Kerouac.
Desde siempre he querido
conocer el norte de américa, considerando lugares como Zacatecas, Durango o
Sonora, ver los paisajes que el desierto otorga hasta Estados Unidos. He tenido
sueños constantes de visitar Texas y otras zonas áridas, y la idea de poder
recorrer zonas similares hasta llegar a un punto todavía más lejano atravesando
por diversos climas, lugares y personas es algo que me recorre lentamente por
la médula.
Ciertamente este deseo de
conocer lugares no conocidos es impulsado de diversos factores que van desde mi
infancia y hoy puede materializarse, quizá esté un poco limitado en cuestión de
tiempo, pero la oportunidad ahí está. Buscaré ese momento de salir. Siempre he pensado que cada quien tiene su ritmo, y las cosas llegan por algo.
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