viernes, 22 de mayo de 2020

Hacer las cosas por amor y no por obligación

Son las 4 am de la mañana y de verdad tengo algo muy importante que decir.

Hoy estoy muy agradecido con la vida por el hecho de haber tomado decisiones desde el corazón y no desde el deber.

Hoy se ven reflejadas las decisiones que he tomado en el transcurso de mi vida y se puede ver el lazo que las conecta. Mi pasado se conecta perfectamente con mi presente y quizá con mi futuro.

Les voy a explicar a qué me refiero, yendo al grano (sí, se escribe "yendo", para quienes escriben "llendo").

Ya les he contado innumerables veces que yo trabajé en una librería. Pues bueno, a finales de mi periodo laboral estuve pensando dónde hacer mi servicio social y una persona (que me escuchó hablar sobre lo mucho que me gustaba mi trabajo) me recomendó hacer mi Servicio Social en el FCE. Y fui, pues ya sabía que el FCE era una entidad pública, editorial, librería y una institución fundada por un politólogo, el más importante en México, Daniel Cosío Villegas. Y ahí empezó mi aventura.

Muchos ya conocen la historia, me quedé a trabajar, me corrieron en 2016 y regresé a inicios del 2017 y desde entonces estoy ahí.

Bueno en ese 3er periodo del FCE (el primero fue el SS en 2014, el segundo de 2015 a 2016 y el tercero de 2017 a la fecha) conocí mucha gente que me ha hecho saber las valiosas decisiones que he tomado.

Amo mi trabajo.

En 2018 una chica entró a hacer su SS con nosotros y resultó que era "dueña" de una distribuidora, y estaba metídisma en el negocio de las librerías y editoriales, conoce mucho del tema. Y platicando con ella, resulta que es conocida en el negocio y en el medio, al grado de que, cuando entró a hacer su SS, ya medio FCE la conocía. Y conocía también a gente importante de otras editoriales y librerías, entre ellas a dueños y gente importante de la librería donde trabajé. Este punto resultaría muchísimo más amplio de lo que parece, pero era interesante saber que lo que yo conocí a nivel de empleado de vendedor de librería podía conectarse para platicar con ella. Ahí mi mundo de la librería se conectó con ella.

Después, en 2019 realicé muchas entrevistas al personal del FCE para documentar sus actividades, entrevisté a gente de TODAS LAS ÁREAS y eso resultó bastante gratificante para mí porque:

  • Conocía gente nueva y amigos
  • Conocí cómo trabaja la gente (me sentía como en esos programas de Discovery Channel donde te muestran los procesos de producción de objetos y cosas, que unos dice "WOW, jamás creí que así se hicieran las laptop")
  • Aprendí a tratar con la gente
Bueno, una de las cosas más gratificantes fue que conocí gente del almacén (que se encarga de distribuir los pedidos de libros a diferentes clientes nacionales y extranjeros) que conocía a gente que yo conocía de la sucursal donde trabajé y gente importante de la librería. Les voy a poner el ejemplo más claro. Un día entrevisté a una persona chofer del almacén y me dijo que él se encargaba de distribuir libros a los clientes de librerías dela zona norponiente del valle de México y dijo "Naucalpan, Tlalnepantla, Azcapotzalco, etc." y entonces hice una pausa y le dije "Sí, creo que te me haces conocido, ¿conoces a (y le dije del almacenista de la sucursal donde trabajé)?" y me dijo que sí, entonces hablamos mucho de él y me pareció recordarlo cuando llegaba a entregar los libros a la sucursal. Quién diría que, en aque lejano 2012-2013, cuando trabajaba como vendedor vi pasar frecuentemente a una persona que conocería en 2019 en una entrevista para conocer sus actividades. Qué emotivo fue eso para mí. También lo fue cuando me tocó entrevistar a los vendedores de librería para que me contaran sus actividades. Me vi en ellos y recordé esos años maravillosos.

Hoy, el chavo que les platico que era chofer, tuvo la oportunidad de conseguir un ascenso en la casa matriz y trabaja en contabilidad, y saludarlo es hacerlo diferente al resto. Me da mucho gusto saludarlo y saber que consiguió ese ascenso que tanto tiempo estuvo buscando. Bien por él.

Estoy muy agradecido que las decisiones que he tomado me han llevado a gente que me hace sentir valioso y me hace sentir que mis decisiones en el pasado influyen directamente en mi presente, valorando ese pasado y agradecerlo por lo valioso que fue. Lo aprendido en una librería no fue en vano, tuvo un impacto muy grande en donde estoy ahora y eso me hace feliz.

Yo quise que mi corazón siguiera latiendo en el ámbito editorial y librero y por eso hice mi ss en un lugar que sabía que ayudaría en eso. Y ha traído frutos muy buenos. A diferencia de quienes hacen eso como un trámite para titularse.

Si algún día tuviera un hijo o hija definitivamente ese sería el consejo que le daría: por favor, haz las cosas por amor, no por obligación.

Mi historia con el FCE es mi más grande historia de amor.

domingo, 17 de mayo de 2020

Por regla general no confío en... (edición Coronavirus)

Hace 2 años escribí un post donde mencioné a los diferentes tipos de personas en las cuales no puedo confiar, ese post podría incrementarse conforme pasan los días y voy conociendo gente que no es de mi agrado ya sea por sus comportamientos, hábitos, gustos, etcétera. El post se llama "Por regla general no confío en..."

Bueno, dado que estamos viviendo un momento donde las medidas de protección y contención contra el Coronavirus SARS-CoV-2 que produce la enfermedad COVID-19 son indispensables, me he tomado el tiempo de escribir sobre los tipos en personas que, por regla general, no puedo confiar, pero con la variante que ahora será para la versión...

Remix, de Cardi B, sobre el coronavirus se vuelve un éxito en Internet 

Empecemos.

Por regla general no confío en las personas que:

1. Creen que el virus es un invento de un laboratorio para
  • Establecer un orden mundial.
  • Reducir la población, o.
  • Sacarnos el líquido de las rodillas.
Ante este serio problema de desinformación, los invito a leer el siguiente artículo. Les tomará unos días minutos y un corazón intensamente roto cuando lo terminen. Este virus tan solo es la respuesta de la naturaleza ante la forma tan indigna en que la hemos tratado, y créanme que la naturaleza ya se había tardado en enviarnos esta lección.
 
2. Creen que el virus y la enfermedad no existen. Lamentablemente hay que tener una vida muy plana para pensar así; pensar que las cosas en el mundo así como están, están bien. No, el mundo no está bien y hay no hay que tener el conocimiento del Doctor López-Gatell para saber que esto existe.

3. No hacen caso a las medidas de seguridad. Lamentablemente también existen personas que (derivado del punto anterior) no tienen la mínima intención de llevar a cabo las medidas de prevención y contención. Odio ver a la gente
  • Entrando separadamente al supermercado para encontrarse dentro como pareja.
  • No usando cubrebocas.
  • Pensando que no podrán contagiar a los demás dado que no sienten síntomas (desconociendo el factor de los asintomáticos.
  • Poniéndose el cubrebocas en el cuello (además se ven muy mal haciendo eso).
  • Insistiendo en visitar a amigos y familiares (y más cuando quieren convencer a amigos de quedarse de ver, inconscientes e irresponsables).
  • No manteniendo una sana distancia en los lugares posibles.
4. Creen y comparten información falsa. La verdad no puedes confiar en alguien que cree que los gobiernos locales y federales van a pedirle a la población compartir cierta información mediante WhastApp. De verdad eso es sumamente decepcionante. Ese "no sé si real, pero comparto por si acaso" hace tantísimo daño.
 
5. Están más al pendiente de las cifras de sus likes en redes sociales que en las cifras. Sí, es importante disminuir la tensión mediante memes, películas, conciertos, partidos de futbol, etcétera. Yo, la verdad, la he pasado increíble en mi casa, a solas. He jugado muchos videojuegos y siempre he tenido algo qué hacer (entre mis amplias tareas del hogar, el propedéutico, un curso sobre migración y xenofobia que tomé, hacerme de comer, distraerme, pfff), afortunadamente no he vivido lo que muchas personas: que no pueden conciliar el sueño. Yo he dormido super bien (salvo 2 días que no dormí casi nada). Y entiendo que estos momentos han hecho que mucha gente esté tan aburrida que haga cosas como:
  • Subir muchas fotos.
  • Estar muy caliente y empezar a ligar a diestra y siniestra (he visto en mis redes sociales que mucha gente sí le afectó esto del confinamiento, una mitad de Facebook está preocupada y la otra también, pero caliente).
  • Buscar a sus ex (no me ha pasado, pero sí sé que sucede. Entiendo que esto impulsa a la gente a preocuparse por los demás, pero de verdad es necesario entender que lo que pasó pasó sin importar las circunstancias, ni modo).
  • Ponerse muy activos en redes.
Pero, amigos, no manchen, ya neta bájenle a los TikTok's y sus fotos diarias en Facebook. Bueno, todavía si al día estuviera acompañada de información oficial, útil o importante, adelante. Pero es muy incómodo ver cómo están increíblemente urgidos por llamar la atención en un momento donde todos están aburridos, ver cómo le juegan al Influencer y creer que son más importante que un problema mundial. Eso sí no está chido.

6. Creen que para el 1 de junio podrán volver a hacer su vida como antes de manera inmediata. A ver, de entrada, no volveremos a la vida que teníamos antes del Coronavirus, si la disfrutaste ¡qué bueno!, sino, ¡ni modo! no la volverás a ver. La vida en todo el mundo ya no será como antes (y espero que el cambio sea radical), la vida como la conocíamos fue lo que precisamente detonó esta pandemia y muchos otros problemas ambientales, sociales, etcétera. ¡No! Para el 1 de junio no volverá todo a como antes, no podrás dejar de lado todo lo que hiciste durante el periodo de confinamiento porque se puede esperar un segundo brote para los siguientes meses. Es necesario entender que la enfermedad ya se quedó para siempre entre nosotros y debemos hacer algo para contrarrestar sus efectos negativos en la población (principalmente la más vulnerable), así como algo al respecto para evitar nuevos virus y nuevos brotes.

7. Le echan la culpa a los chinos y asiáticos por el virus. Pienso que esto no solo es un problema de desinformación, sino de discriminación. Ya era suficiente con los chistes y bromas de chinos y asiáticos para que ahora ellos tengan que cargar con el peso de que cuando viajen al extranjero sean vistos como los culpables de una pandemia, como si no fuera la especie humana la que ha provocado las mayores devastaciones a la naturaleza. Es la gente que, vuelvo a lo mismo, cree que el mundo como estaba funcionaba bien. Eso es totalmente inadmisible. Los virus (según entiendo a lo que comentan los especialistas) se producen derivado de muchos factores como la invasión de hábitats naturales ya que al convivir con otras especies animales se puede producir nuevas enfermedades. Según entiendo, existen diferentes mecanismos de transmisión, así como formas en la que pueden crearse nuevos virus, y el humano es el principal culpable de que existan derivado de su irresponsabilidad con la naturaleza. NO ES CULPA DE LOS CHINOS. Es culpa de la raza humana que, en su ambición, irresponsabilidad y egoísta forma de pensar, destruye y modifica los recursos naturales.

Bueno, creo que son todos los tipos de personas en las cuales no podría confiar. No sean así, amigos. Por favor.

Cuídense mucho, hagan cosas chidas para distraerse y sean felices. Recuerden que debemos cuidarnos y cuidar a los demás, hay mucha gente que resulta invisible (como la gente que está perdiendo su empleo) y también debemos ayudarlos de alguna forma.

Espero no tener que actualizar esta lista más adelante con gente que hace ciertas cosas.

jueves, 14 de mayo de 2020

El recuerdo más lejano de tu vida

Siempre he pensado que para entendernos como personas, es necesario entender nuestra infancia y adolescencia.

Si bien tuve muchos episodios muy tristes y desagarradores en mi infancia, la mayoría de los recuerdos que tengo es disfrutando de la vida y mi niñez, principalmente junto a mi hermano gemelo.

En mi infancia disfruté de videojuegos y empecé a tan temprana edad a desarrollar habilidades mediante ellos que después se trasladaron a la computadora, y todo eso entre los 4 y 6 años, también a esa edad, por los videojuegos, tuve mucho contacto con el idioma inglés, pues era necesario saber un poco para pasar de nivel o entender la historia del juego.

También jugaba mucho en la calle y con mis amigos de la primaria, era muy travieso y mal (pésimo) estudiante, siempre (y hasta ahora) me gusta platicar con amigos y compañeros, bastante distraído y jamás me gustó hacer la tarea, al grado de casi reprobar 3 y 4 de primaria.

Me gustaba mucho salir con mis amigos y andar en bicicleta o patín del diablo. 

Pero este no es el punto de lo que quiero escribir.

Quiero preguntarte ¿Cuál es el recuerdo más lejano de tu vida? Ese que digas "Puf, más allá de ese recuerdo no hay nada"

Yo estoy entre 2, que los tengo súper claros.

1) Cuando fui a Acapulco por primera vez y vi el mar a través de la ventana del hotel y podía ver un buque enorme, recuerdo cómo viví esos días allá, me daba miedo entrar a la arena porque "podía ver" (qué imaginación tiene uno cuando es niño que ve cosas que no son reales jaja) cómo cangrejos podrían salir y morderme mis pies. Solamente estaba siendo cargado por mi abuelita mientras lloraba.

2) Cuando probé chocolate suizo por primera vez. Fue un sabor tan impresionante que hasta la fecha no he probado chocolate igual. Recuerdo incluso la etiqueta del chocolate, no era comercial porque eran unos cuadros que estaban envueltos en un papel bien fino con una ilustración de los alpes suizos, azules y majestuosos. El aroma y el sabor han sido lo más fabuloso que he probado.

Esos recuerdos rondan mis 3, casi 4 años, y siempre he pensado que esos dos momentos fueron tan impresionantes a mi corta edad que (no sé si llamarlo así) despertaron mi conciencia desde entonces, logrando recordar esos momentos hasta ahora. Como unos golpes tan duros que me marcaron de por vida.

Esta pregunta la he hecho a varias personas y me gusta saber cómo la gente reacciona diferente ante esa pregunta, mucho ni siquiera se habían puesto a pensar en eso y lamentablemente me han tocado casos donde su primer recuerdo resulta ser uno de los episodios más crueles que hayan vivido. Pero creo que lo importante es tener en cuenta esos recuerdos para entendernos como lo que ahora somos y, si ese recuerdo es malo, intentar remediarlo de alguna forma.

No sé si alguien lea esto en un futuro, pero me gustaría que, quienes lo lean, pudieran dejarme el recuerdo más lejano que tienen de sus vidas. Se puede escribir comentarios a este post desde el anonimato o puede poner un sobrenombre por si no desean dar su identidad.

Espero puedan reflexionar así como me gusta hacerlo con quienes platico de esto.

lunes, 11 de mayo de 2020

Tengamos una conversación

Adelante, toma asiento, todo estamos pasando por un momento extraño de nuestras vidas.

Todos estamos viviendo un momento que jamás olvidaremos, sin embargo estamos recordando lo que habíamos olvidado en algún momento. Los recuerdos más lejanos se hacen latentes, valorándolos hasta al punto de convertirse en fascinación. Pero todo es una ilusión.

¿Por qué somos así?

Podemos hablar de Saudade, ese sentimiento que aviva recuerdos y nos hace añorar las cosas que vivimos con alguien, en algún momento de nuestras vidas, en un lugar específico, podemos decir que todos lo estamos experimentando, podemos decir que, por el hecho de que todos somos un sistema vivo increíblemente susceptible dado lo que sucede en el mundo, viene a nuestra mente una serie de recuerdos para valorar aquello que quizá en su momento no lo hicimos, o quizá no lo hicimos bien.

Por eso siempre es importante vivir al límite, porque, sino lo hacemos, alguien pondrá un límite y todo se acabó. No habremos aprovechado aquello que pudimos aprovechar dadas razones que quizá tenían solución en su momento.

Y a todos nos pesa ese límite, a todos. A todos nos llega un momento de querer revertir las cosas e intentar solucionarlas, pero por eso mismo la Historia es importante, pues quien no conoce su historia, está condenado a repetirla. Cuando las consecuencias son mayúsculas, no hay cabida para revertir.

Todos estamos viviendo un momento donde reflexionamos aquellas oportunidades y aquellos momentos que nos hicieron felices, que colorearon nuestras vidas, aunque eso haya sido por un momento. Pero esos recuerdos deberán ser tomados a futuro, para evitarlos en otra circunstancia. La vida es un constante cagarla/aprender.

A todos nos pesa a veces no haber alcanzado un punto de frenesí, un "hubiera", un "casi algo", "casi lo logré".

Sin embargo, todos esos recuerdos se conservan en un cajón que quizá solo deba ser abierto en momentos para saber que en algún punto fuimos felices (en medio de tanta adversidad y crisis).

Es difícil, muy difícil, pero necesario.

martes, 5 de mayo de 2020

Una motivación inconsciente

Bueno, justo ayer envié mi protocolo de investigación para obtener la Carta Aval en la maestría y estar en posibilidades de ingresar.

Mi tema trata sobre algo que vengo trabajando desde 2018 en un diplomado que tomé en el Instituto Mora, seguridad en el transporte público colectivo. El tema se enfoca principalmente a la participación y colaboración que debe existir entre las 2 entidades federativas que constituyen la Zona Metropolitana del Valle de México (La CDMX y el Estado de México), es un tema muy amplio y quizá no bien delimitado, pero considero que es viable. No soy el mejor haciendo investigación, pero tengo un conocimiento para hacerlo aunque sea de modo aceptable. Lo comento porque recuerdo que desde que toqué el tema en el diplomado percibí que a mis compañeros y profesores no les parecía buen tema al respecto. Pero yo estoy muy seguro que es un gran tema.

Justamente hoy me apareció en mis recuerdos de Facebook cuando publiqué en 2013 sobre el momento en el que me asaltaron en el transporte público y me arrebataron una mochila que me gustaba muchísimo. Yo, todo imprudente y jovencito (tenía 20 años), me puse altanero contra los asaltantes sin saber que desembolsarían una pistola y la apuntarían a mi cabeza... Ijole...

Mi pensamiento fue "voltéate y asume las consecuencias de tus actos, ya te habían dicho cómo actuar y no aprendes". Es cierto que en momentos así, el tiempo y el espacio transcurren a ritmos totalmente diferentes, pues uno queda fuera de sí.

Ese día era domingo, lo recuerdo muy bien porque debía ir a trabajar a la librería a la que le entregué mi alma, y cuando bajé del transporte caminé, desorientado y con un total desconcierto, no creía lo que había pasado. De repente, una compañera del trabajo, y aún amiga mía, me espanta por la espalda y podrán imaginar mi reacción desequilibrada.

Cuando llegué le pedí a mi jefe, frente a mis compañeros, que me diera el día, que no me iba a concentrar y empecé a llorar incontrolablemente.

No iba a tomar el camión para llegar a casa, así que me fui en taxi y cuando llegué a mi casa les conté a mis papás todo, me puse todo el día en la computadora y recuerdo que por momentos lloraba, después reía, después reflexionaba. Es un momento difícil de entender.

Yo estoy convencido que el problema de robo en transporte público, ya sea con o sin violencia, constituye un problema serio para una ciudad. Pensemos en lo siguiente, una persona que vive constantes asaltos decide por cambiar de residencia de trabajo o simplemente se ve obstaculizada su vida diaria dejando de trabajar o estudiar. Quienes pueden pagar un automóvil para evitar el asalto, lo compran, pero esa no es una solución, constituye otro problema, lentas velocidades, contaminación, tráfico, un problema desencadenó otro. Y eso solamente considerando las personas que tienen auto por motivos de seguridad, hay que agregar quienes lo tienen por la estúpida vanidad que se encuentra muy presente en la sociedad latinoamericana, o por las personas que se sienten inseguras por otros motivos: acoso sexual, lesiones para personas de la tercera edad, mujeres embarazadas (es posible perder un bebé por el mal manejo de las unidades).

Seguiré pensando en hacer mi investigación de ese tema, en el Estado de México es frecuente la nota roja de asaltos con violencia, muertes, o accidentes viales provocados por las malas condiciones de las unidades o de los choferes.

Al final de cuentas, si no hubiera sido por ese día, hoy no estaría tan decidido en querer entrar a esa maestría y buscar una solución al respecto.

7 años de eso y es un episodio que aún duele.Y dolerá.