lunes, 23 de marzo de 2020

La resaca

Perdonen tanta euforia escrita el día de ayer, yo sé que haber terminado así el post fue, en un enfoque literario, totalmente imperdonable. Me habría gustado terminar ese post de manera más sensata, pero creo que era tanta mi emoción que terminé diciendo la verdad. Lo que hice fue como haber escrito un buen texto y al final revelar que lo había soñado (Eso no se hace).

Sin embargo, este es mi blog, y tengo todo el derecho de escribir como yo quiera, de expresar mis mas gozosos sentimientos así como los más tristes.

Pero bueno, ya que lo hice saber, quiero contarles que este año ha sido muy bueno, salvo por esta contingencia mundial provocada por la COVID-19.

Todo comenzó desde finales del año pasado, recibí el año nuevo con todo en orden, en la posición donde todo y todos debían estar, sentía, por primera vez en algún tiempo, que las cosas así siempre debieron ser. Todo estaba en orden y en paz.

Posteriormente me decidí a tomar 2 semanas de vacaciones, una semana la dediqué a hacer un viaje totalmente de imprevisto totalmente en SOLITARIO. Imaginen esto, el jueves pedí mis vacaciones, me las autorizaron y el viernes estaba buscando vuelos para irme aquién-sabe-dónde-chingados, y decidí irme una semana a Oaxaca. Fue un viaje totalmente de mochilazo, exploración al límite, poner a prueba mis habilidades de exploración, ubicación, relaciones y todo. No tenía reservado absolutamente nada, solo el vuelo de ida, el de vuelta lo determinaría mi dinero o mis ganas. Fue un viaje donde a todo momento me estaba poniendo a prueba. Espero contarles pronto esa historia, pues estuve en Mazunte (y lugares cercanos de ahí), Huatulco y Puerto Escondido. Aprendí a desarrollar mis habilidades de interacción con personas de diferentes culturas al estar hospedado en un hostal, hacerme más responsable de mis cosas, administrar mis recursos para tener una estancia agradable, conocí a una chava de Suiza que me hizo sentir la persona más valiosa del universo, me atreví a ir a una playa nudista, vi atardeceres hermosos, así como amaneceres, viví fiestas en las calles de manera increíble alrededor de gente que sabía que no volvería a ver, porque así somos, no podemos retener a las personas, debemos dejar que sigan su rumbo. Rompí muchas de mis barreras. El mundo necesita menos turistas y más exploradores.

Mi visita a Huatulco fue express pero SUMAMENTE IMPRESIONANTE, por toda la AVENTURA que viví para llegar a una de las playas MÁS HERMOSAS QUE HE VISTO EN MI JODIDA VIDA.

Después, mi viaje siguió mi rumbo, me sentía la persona más temeraria del mundo al decidir tomar un camión rumbo a Puerto Escondido, una ciudad más turística, a diferencia de Mazunte, pero con un encanto sin igual. RECORRÍ TODO PUERTO ESCONDIDO A PIE, incluso la playa más lejana la conocí, exponiéndome a un riesgo natural que jamás en mi vida me gustaría volver a vivir (y solo para ver un atardecer). Ahí me dediqué a disfrutar de la vida, a descansar y prepararme para la experiencia que cerraría mi estancia ahí: la laguna de manialtepec. Decidí romper una barrera más en mi vida (ya había roto varias ¿por qué no romper TODAVÍA MÁS, CHINGAO?) y me dediqué a buscar la playa idónea y aprender a NADAR (sí, amigos, no sabía nadar, muchos de ustedes lo sabían) ¿y qué creen? aprendí más rápido de lo que salta un grillo. No podía darme el lujo de vivir algo así sin las habilidades idóneas, y lo logré. Viví esa experiencia (que fue totalmente increíble, cabe mencionar).

Ya les conté mucho que hice allá, y me gustó bastante. Antes del viaje ya estaba decidido a buscar nuevos horizontes: pelear por una maestría, cambiarme de casa ya en solitario, dejarme crecer el cabello de nuevo, usar lentes, etc. Y sin duda lo habría hecho sin necesidad de haber hecho el viaje, sin embargo, no con el mismo ímpetu. Creo que la gente que conocí allá me hizo darme cuenta de lo valioso que soy y que muchas veces termino negando. No sé, es muy chistoso ver cómo extranjeros (no sé por qué me tope con MUCHO suizo) les gustaba hablar con uno y que, encima, les parezcas simpático. Sin duda fue una gran decisión.

Regresando de vacaciones pues ya me sentía listo para enfrentar un nuevo reto, o no sé si llamarlo así, pero ya todo estaba puesto para iniciar una relación. Siempre he pensando que las relaciones deben ser suplementarias y no complementarias, pues cuando uno se siente bien consigo mismo una relación significa algo adicional a la vida cotidiana, cuando uno no se siente bien consigo mismo una relación significa lo único en la vida cotidiana. Por eso fue buena idea realizarlo regresando, pues me sentía totalmente independiente, libre, sin ningún tipo de lazo forzado, y ella también, pues ya se tenía un rato de llevar una relación así, solo se tenía que "decretar" (no me gusta mucho esa palabra, pero es muy utilizada hoy en día). A ella y a mí nos encanta vivir nuestra propia individualidad sin restricción y también compartir momentos juntos. Y eso es justamente lo que me viene bien. No me gusta ver una relación como una necesidad básica, pilar y fundamental en la existencia de una persona, eso termina por consumir a la persona, en algunos casos. Disfrutar y valorar mientras se comparta juntos, si llega un fin, dejar que las personas sean.

Sin duda este año lo iniciamos bien, y buscaré que siga así, con mis propios deseos individuales y agradecer a la gente que me rodea su cálido apoyo y atenciones. Y con esta noticia de la maestría, me siento muy feliz. Yo sé que existe todo tipo de posibilidades (quedarme o no quedarme por x razón), pero lo que me da gusto no es dar por hecho si sí o si no, sino darme cuenta de que puedo tener impacto y que estoy conociendo la fuerza con la que puedo hacerme notar para buscar nuevas oportunidades. Cualquiera que sea el resultado, me viene bien, porque ya estoy viendo que es posible generar impacto.

Así que será un año lleno de más retos, estamos iniciando esta nueva aventura en solitario.

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