miércoles, 31 de enero de 2018

Forever ago

Hola.

Bueno, la verdad es que no sé porqué te escribo esto si sé perfectamente que ni siquiera sabes que hago esto aún. Tu mundo es otro muy aparte, muy diferente al mío.

Te escribo porque recientemente un amigo me preguntó por ti. Sabes que siempre he sentido admiración hacia ti. De hecho, podría decir que eres una de las personas que más admiro de todas por tu capacidad, nobleza, pero sobretodo por tus modales, discreción y sobretodo inteligencia. Sin duda eres una de las personas más cultivadas, cultas, interesantes e intelectuales que yo jamás he conocido.

Son muchas cosas las que han pasado desde entonces, y quisiera decir todo a un grado de detalle que podrías comprender. Bueno, después de lo sucedido estuve fuera de todo un tiempo y hasta leí un libro que expresamente lleva de título tu nombre (que por cierto, a partir de ese libro supe que la literatura inglesa no es lo mío, tú sabrás de eso) y recuerdo que en ese entonces había una exposición de arte llamada "Landscapes of mind" en el museo de San Ildefonso que me perdí por desgracia y que la imagen de la mujer jugando con una raqueta me hacía recordarte por esa elegancia que desprendía su vestido decimonónico (tal y como te gustan).

Bueno, cuando me preguntó mi amigo curiosamente también vino a mi mente esas llamadas a las 3 am que siempre me hacías los fines de semanas que ibas de fiesta con tus amigos para preguntarme de una manera muy ingenua, curiosa Y tierna "¿estás dormido?" O "¿cómo estás?". También esos audios de canciones que me enviabas cuando nos enojábamos como "I miss you" de Blink 182 o "Love me again" de John Newman a esas horas, eso me gustaba porque en medio de tu reunión tenías un espacio para mí y sobretodo en medio de tu reunión te acordabas de mí. Recordé también esa vez que fuimos al Rockcalavera y al museo Tamayo (donde recogí una tapa de rin que voló de un auto). Recordé muchas cosas y pues mira, aquí estoy. Aquí estoy porque de hace poco entendí que el fin de todo vino por una tremenda estupidez mía. Ni siquiera di explicaciones porque no las sabía con sinceridad hasta hace poco. Obviamente no tendría yo el valor de hacerte saber ahora esos motivos porque es evidente que todo esto es cosa del pasado. Tan pasado que con seguridad puedo decirte que entiendo que la propuesta de mi amigo en volver es una total tontería. Lo es. Es indiscutible esa resolución. Te respeto tanto que sería un insulto.

Sin embargo, lo que pienso es "Si tan sólo no hubiera yo tenido esos complejos, seguramente habríamos construido un imperio". Es ridículo. Lo eché a perder.

Y más porque desde siempre me ha pasado que cuando cuento la historia de cómo nos conocimos siempre alguien me dice que mis expresiones sugieren que fue todo algo muy lindo. Y lo fue por las pláticas que sosteníamos y los idiomas que compartíamos. La historia de inicio a fin fue de cuento. Las canciones que nos hacían reír y que marcaban épocas en la relación.

Aún conservo tus recuerdos, la historia de un viaje importante para ti y tu honorable familia. Aún conservo aunque sea un cachito de tus recuerdos de Estocolmo, Praga, París y mi hermano el de Cracovia.

Yo sé que actualmente somos personas diferentes a las que fuimos en 2014 por las cosas que vivimos.

La frustración se expresa con un hubiera, y más si ese hubiera estaba en manos de uno. Pero bueno. Entiendo que todos cometemos errores, y aunque a simple vista ese final parece un error, no lo fue pues, en mi caso, cuando uno se siente acomplejado lo mejor es estar solo el tiempo necesario para empezar verdaderamente de nuevo. Atender los problemas de forma integral es lo mejor. Las personas no estamos para sustituir a otras personas. Quizá hasta podría entenderte si pasé a perjudicarte.

Ni hablar, escribo esto con un suspiro esperando que estés bien, porque sé que así será.

Desde que te conocí he mantenido muchas esperanzas de que hagas cosas grandes. Y estoy convencido que así será.

Adiós. EPVC

lunes, 15 de enero de 2018

Retirada

Hola, lectores.

Hace tiempo cuando trabajaba en la librería me encontré con esta joya. Ciertamente Juan José Arreola ha sido parte fundamental de mi influencia latinoamericana con libros como La Feria y el cuento corto El Guardagujas, cuento en el cual encuentro algunos de los elementos que han compuesto varias de mis pasiones de la vida: leer, escribir, y viajar en tren (o transporte férreo).

La joya que me encontré cuando la leí, tuvo tanto impacto en mí que me prometí que si algún día la dedicaría significaría una respuesta absoluta, definitiva, sin retorno. Una carta que me iba a jugar una única vez y con total seriedad. Seriedad derivada del respeto que le tengo al autor y a su fantástica obra. La joya se trata de nada más y nada menos que "Armisticio".

Hoy, siendo el final del 15 de enero de 2018 ha llegado la fecha indicada.


Con fecha de hoy retiro de tu vida mis tropas de ocupación. Me desentiendo de todos los invasores en cuerpo y alma. Nos veremos las caras en la tierra de nadie. Allí donde un ángel señala desde lejos invitándonos a entrar: Se alquila paraíso en ruinas.

FIN.

martes, 9 de enero de 2018

Pequeños y muy sencillos placeres

En la vida hay varios placeres, comer y dormir son los más conocidos.

También hay placeres por regiones o países, como echarse un taco.

Del mismo modo hay placeres por estilo de vida, hay quienes tienen placer al leer o ver películas.

Asimismo, existen placeres que derivan del dinero, algunos compran ropa, drogas o mujeres.

Pero en este post revisaremos esos pequeños placeres que solamente viven quienes utilizan el transporte público, porque sí, sí hay muchos placeres dentro del transporte público.

Antes de empezar aclaro, ustedes saben que soy una persona que prefiere ir en transporte público a tener un auto en particular, la verdad es que tener un vehículo no suena mala idea, sin embargo soy más partidario de promover el uso de la bicicleta o el transporte público de forma responsable. Si bien hay muchas incomodidades al momento de viajar en transporte público que podrían solucionarse con un vehículo, también tiene una magia muy bonita. Así que empecemos.

1. Que se detenga el camión frente a ti estando la multitud y recién llegando.

Todos en algún momento no hemos visto en una situación donde estamos por llegar a la muy saturada parada del transporte, pero un placer de la vida es llegar a esa saturada parada al mismo tiempo que el camión y que éste se haya colocado justamente en donde estabas permitiendo que tú seas la primera persona en entrar cuando posiblemente los demás ya estaban varios minutos esperando el camión. Un bonito placer con sabor a victoria.

2. Que despiertes en la parada justa.

Dormir es un placer de la vida, pero dormir en el transporte público es todavía mejor, solo piénsalo de esta forma, estás haciendo dos cosas al mismo tiempo: llegar a tu destino y dormir. Es como si tuvieras a alguien trabajando para ti mientras tú cómodamente llegas a tu casa, trabajo o destino. Y cuando vas en un sueño muy profundo debido a una posible resaca, carga de trabajo, insomnio etcétera y despiertas en el momento exacto para bajar del transporte eso es aprovechar tiempo de sueño a su máxima capacidad. Un placer muy bien aprovechado.

3. Que venga el camión más conveniente recién llegando.

Al momento de esperar algún camión en la calle existe la posibilidad de que en esa parada llegue un camión que con poca frecuencia suele pasar por ahí y que de hecho resulte ser el mas conveniente a diferencia de otros camiones que por la ruta que siguen, el precio, el tiempo de traslado o algún otro factor, no es del todo conveniente tomar, por lo que uno espera que el camión que más conviene antes que los otros que no convienen. Un placer de la vida es que cuando uno va llegando a la parada ve a lo lejos ese camión que solamente pasa cada solsticio, cada alineación planetaria, cada iluminación divina, es un sabor de gloria el que se siente en el corazón. La clave está en el corazón, hay que confiar en él para que las cosas buenas sucedas. Los milagros ineseperados.

4. Que vaya rápido cuando se necesita

La ley de Murphy dice: Si algo puede salir mal, entonces saldrá peor. Pero la ley de Jeffrey dice: Si algo puede salir bien, entonces saldrá mejor. Y hay veces en las que uno necesita llegar al destino de forma inmediata debido a un retraso, y a pesar de haber podido tomar un taxi o algún medio más efectivo y rápido, pero más caro, uno decide tomar el transporte de siempre esperando un resultado efectivo, y cuando uno sube al transporte y el conductor parece que conduce sabiendo tu situación es algo maravilloso, como si supiera tu prisa, hasta evita algunas paradas cotidianas e incluso ignora a usuarios que esperan subir al transporte público.

Ahora, hay veces en las que no solamente ocurre esto, pues ir deprisa es algo que sale bien, pero cuando se suman los placeres 1 y 3, es en ese momento cuando la ley de Jeffrey se cumple pues no solo salió bien, sino salió mejor. Además existe la posibilidad de que el conductor evite el tráfico. Eso sucede muy pocas veces en la vida.

5. Ir cómodamente relajado en buena compañía

Este es el placer que más disfruto. Está muy bien tener automóvil e ir por las calles conduciendo, pero uno debe tener su atención en la carretera y no perder el control. El mayor placer de la vida es estar con una persona que quieres, abrazados, queriéndose y besándose, ir riendo, durmiendo, inclusive ir enojados es rico, es un momento que permite también una reconciliación, es el que más disfruto porque puede haber un tema de conversación, siempre he dicho que en el transporte ocurren las más grandes ideas (de hecho en el camión surgen los mejores post escritos en este blog y ahí surgió la idea de mi tema de tesis) y al ocurrir esas ideas permite un gran tema de conversación. Incluso hay conversaciones sobre la gente que va contigo, las canciones del transporte, algo que se ve por la ventana. Hay tantas cosas.

Les voy a contar algo muy lindo. Hace mucho tiempo salía con una chica que después fue mi novia y en el metro ocurrió algo que seguramente jamás olvidaré. Nos besamos en la interestación del metro que va de Chilpancingo a Patriotismo y juro que ha sido el único beso que he dado que ha provocado en mí una sensación física muy intensa. Me faltó el aire, tuve una explosión en mi cabeza (algo sin duda ocurrió ahí que no sé qué fue), mi sensación del tiempo y del espacio de verdad que se modificó y tuve una agradable sensación como de movimiento, como si me hubiera elevado a cientos de metros súbitamente. Jamás había ni he vivido algo que se le parezca.

Ese tipo de cosas suceden en el metro o en el transporte público, uno puede ir recostado al lado de un gran amor y dormir, dejarse querer o simple y sencillamente mirarse a los ojos y decirse sin hablar "¿cómo chingados es que te quiero tanto?" y no solamente eso sucede al ir sentados, uno puede ir de pie y buscar un rincón en el cual puedan surgir las mejores declaraciones de amor.

Por eso me encanta el transporte público, tiene una magia para el amor muy linda. El amor en metro es mejor.

La lluvia prolonga todavía más ese placer pues pueden estar sentados el uno con el otro viendo como las gotas de lluvia derraman la ventana, cómo se opacan los vidrios, limpiarlos y ver cómo el mundo puede irse desboronando mientras dos construyen un imperio de amor. Ver a través de la ventana cómo el mundo va al carajo mientras dos se quieren.

El transporte es una gran prueba y sin duda es algo lindo, es un medio para probar lealtad e incondicionalidad. Y este es el mayor placer que he vivido. Me encanta el transporte público.

Bien dicen que lo mejor de la vida se encuentra en los pequeños detalles. Y pienso que todos tenemos derecho de vivir cosas así al menos una vez. Así que si no te han sucedido, espero que lo aproveches al máximo, porque son momentos que posiblemente tengan que acabar algún día, pero que conservarás con alegría a pesar de todo. Y si te ha sucedido algo, puedes dejar tu historia.

Foto: quentincherrier.com

lunes, 8 de enero de 2018

Un mal inicio

Hola, estimados lectores.

Pues sí, ya vamos iniciando un nuevo año y vengo a escribirles y desear que venga todo lo bueno para ustedes. Honestamente escribo esto: Quiero que a ustedes les vaya bien porque les tengo afecto. ¿por qué el afecto? Porque no cualquier persona se da una vuelta al blog (que tiene un círculo muy selecto de lectores). Es por eso que si lees esto, te considero buena persona (te conozca o no) y te aprecio mucho. Gracias por leerme.

En fin. En mi caso mi inicio de año no ha ido muy bien, en tan pocos días han salido rumores que podrían poner en juego muchas cosas en mi trabajo (sí, otraaaaa vez), en mis clases de piano (siento que voy muy lento) y sobre todo en mi tesis (sí, ya me estoy hartando de que se prolongue), ya van para 2 años de que la empecé y este año es SÍ O SÍ que me titulo y de ahí ver nuevas cosas.

Así es, la verdad es que a pesar de que este año pinta para muchos cambios (que muchos quizá no empiecen bien), lo llevaremos de la mejor forma posible, échenme porras porque a veces pienso que las necesito para darme cuenta de muchas cosas.

Me da gusto que este año inicia porque en la barra de la derecha del blog se pueden ver los post y los años en que fueron escritos, y es bien bonito ver:

  • 2018
  • 2017
  • 2016
  • 2015
  • 2014
  • 2013
  • 2012

Sí, y tengo una noticia para ustedes. Si ustedes leyeron un post que hice sobre cómo fue que empecé a ser youtubero en el año 2009 (les recomiendo que lo lean, dar clic aquí) en este año retomaré ese pasatiempo. Como me dijo una amiga recientemente hablando de otro tema: no es revivir, es reinventarse. Y me gusta reinventarme.

Por cierto, volviendo al tema sobre lo que nos espera este año, tengo algo para ustedes: Hay gente a la que le gusta la gente con ciertas posesiones, bienes o algo, en mi caso, yo admiro a las personas que no importa lo que tengan, que demuestren cada día que están peleando en la calle una mejor calidad de vida a pesar de las adversidades o favorables condiciones, admiro a quienes tengan todo o nada estén sudando la frente y buscando mejores condiciones de vida para ellos, quienes los rodean y que tienen consciencia social. Seamos personas así y busquemos siempre esa condición sin caer en avaricia. Cada quien tiene un ritmo y debemos respetarlo. Seamos agentes de cambio en el lugar que nos rodea.

Si llega a suceder un escenario desfavorable, créanme que no sucederá como hace 2 años. A veces hay mucho miedo e incertidumbre, pero la verdad es que no queda de otra que arriesgarse y usar los recursos con los que contamos para salir adelante.

Espero traerles pronto nuevas y buenas noticias, de cualquier forma estaré en este espacio escribiendo con muucho ánimo y buena vibra buscando esa condición.

Les mando un saludo esperando que disfruten de este año.