martes, 29 de diciembre de 2015

Revelaciones I

Para ustedes, pasajeros de toda la vida.

Por desgracia estuve en ausencia durante unos cuantos meses en el transcurso de este año. Para quienes son de mi cercanía (que puedo estar seguro que son quienes leen este post ahora mismo) saben que desde la segunda mitad de este año el curso de mi vida ha cambiado de manera (quizá) radical y (seguramente) definitiva.
Por suerte he tenido la oportunidad de procrastinar 1 post y de realizar 2 viajes a ciudades cercanas. En cuanto a la primera, me refiero a la procrastinación porque anteriormente había realizado visitas a museos que en su tiempo me hubiera gustado compartir, sin embargo, por razones que hasta ahora desconozco (y que agradezco) no había escrito nada. En cuanto a la segunda me refiero a ciudades que despertaron 2 revelaciones principales y que ligan el post procrastinado así como otros que había ya terminado y que necesito compartir.

Una terrible ausencia en este lugar no ha sido en vano, esta tan sólo es la primera parte de las revelaciones que tuve en una travesía de aproximadamente 551 km de distancia que espero cubra los meses que no han salido a la luz nuevas cosas. Distancia que fue producto de una coincidencia. Coincidencia que se originó de una espera en un cajero automático en el centro de la Ciudad de México, espera en un cajero producto de un autoregalo de cumpleaños. La segunda parte se liga a un viaje que una semana antes había realizado a la bella tierra de Guanajuato.
Bien, este post (1ra revelación) liga íntimamente  personas de mi gran interés como Lance Wyman, Pedro Ramírez Vázquez, Mathias Goeritz, Eduardo Terrazas, Luis Barragán, Vicente Rojo y recientemente Jorge Matute Remus y, paralelamente, lugares importantes para mí como la Ciudad de México y Naucalpan, así como un lugar nuevo: Guadalajara.
La confabulación del universo, aunado a mi afición a los sistemas de transporte ferroviarios urbanos (como el metro) produjo en mí una sensación de satisfacción. Satisfacción que espero también compartan conmigo.


Yo creí que la trilogia que anteriormente había escrito (Kusama-Wyman-Terrazas) ya estaba totalmente muerta, acabada. Por suerte estaba equivocado...

La revelación

Después de mucha espera, un camino largo, 34 minutos de agua acumulada en el Cuitzeo y mucha ansia, llegué a la ciudad de Guadalajara aproximadamente a las 7:00 am de un viernes frío, tuve que esperar para que pasaran por mí ya que no tenía conocimiento alguno para llegar al centro de la ciudad y eso se prestaba para que pudieran abusar de un foráneo. Nos reunimos y fue el inició del viaje que me llevaría a conocer Guadalajara y los posibles secretos que pueda encontrar así como lo he descubierto en la Ciudad de México. Tomamos un autobús que nos llevaría al centro y platicamos de tantas cosas, después, rápidamente bajamos del transporte y nos encontramos en el centro, las calles estaban hechas un caos porque se encontraba la construcción de la línea 3 del tren ligero. 

Guadalajara te recibió con lluvia, para que olieras la tierra mojada
Anteriormente a mi llegada había escuchado cosas de ese lugar que debía comprobar, tal era el caso de la gente que viaja en transporte público, ya que la noción de humanidad se hace presente (podría anular fácilmente dichos dogmas), pero lo más importante era comprobar el sistema de transporte público ferroviario del lugar. Jamás había experimentado un viaje en dicho transporte. Llegué al centro de la ciudad y me sentía verdaderamente en otra ciudad, al estar en la estación Plaza Universidad del Sistema de Transporte Eléctrico Urbano (SITEUR) (tren ligero) compré mi tarjeta que me sirvió para entrar. Entré.
Primera estación: Plaza Universidad
Iconografía de la línea 2 del SITEUR
Interior del vagón
Llegada del tren

Mi viaje continuó hasta llegar al lugar donde me hospedaría. Posteriormente tuvimos que ir al CUCSH (Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades) de la UDG (Universidad de Guadalajara). Para llegar al lugar tuve que hacerme con algo que se llaman "Transvales", dichos vales sirven para pagar más barato el transporte urbano, ayudando a estudiantes y maestros. Funcionan muy sencillo, se acude al punto de venta, se solicita una planilla de Transvales, se paga la cantidad que suma toda la planilla, se cortan y se entregan individualmente al chofer del camión presentando la credencial correspondiente. Me dieron una cantidad modesta de Transvales (que terminé llamando "Tapatipesos") y fuimos al lugar en cuestión.
Los transvales

El CUCSH
El CUCSH
Más del CUCSH






Una vez terminado nuestro deber en el CUCSH, fuimos a dar un recorrido. Uno de mis objetivos era visitar la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres, en especial para ver qué podría encontrar sobre la reciente incorporación de Arreola dado que la lectura que he tenido de sus obras ha despertado gran admiración hacia él. En especial por el cuento del Guardagujas y la llegada obsesiva a T.
La rotonda de los Jaliscienses Ilustres

- ¿Me llevará ese tren a T.?




















Como todo visitante, dimos recorridos en los museos principales, como el Museo Regional de Guadalajara, una caminata por el centro, vista a la Catedral y el Teatro Degollado. Después de comer una torta ahogada, me llevaron al Hospicio Cabañas sin darme cuenta de lo que se me vendría encima.
 
Hospicio Cabañas

Cuando lo vi me llené de mucha alegría porque dentro de él habían exposiciones que me habían dado ganas de ver cuando en la Ciudad de México estuvieron, estoy hablando de las exposiciones de Vicente Rojo: Escritor pintado y Mathias Goeritz. Formas/Soluciones/Temas, tuve que entrar a ver ambas exposiciones. 


Vicente Rojo: Escritor/Pintado

Muchas veces cuando vemos un libro no damos crédito al trabajo ilustrativo que se haya en la portada o en el contenido del mismo. Sin embargo, recuerdo que las ediciones de los libros de la editorial Era formaba parte de mi atención cuando trabajaba en la librería, y todavía más lo fueron los libros de la editorial Joaquín Mortíz (como los libros de Daniel Cosío Villegas, Sánchez Azcona, entre un larguísimo etcétera.). Su trabajo artístico tiene una influencia que pocos han sabido valorar sobre estos libros ya que él fue el encargado de ilustrarlos.
Encontramos interesante a Rojo cuando conocemos el origen de su llegada a México derivado del escape de la opresión de la España franquista. Es muy interesante esto, porque es un pilar más del enriquecimiento cultural en México como sucedió con Eulalio Ferrer (Revelación II).

En fin. Su exposición se limita a, digamos, la contribución que tuvo Rojo en el aspecto editorial con base en cuaidades artísticas plasmado en el ámbito editorial y de la pintura.

Pero hay más... había una sala en especial que llevaba por nombre "T Negaciones: pintura, Diseño gráfico y a cultura visual corporativa de la posguerra". Al entrar a la exposición presenté una especie de Déjà vu, lo que me presentaba a exposición ya lo había visto recientemente, podría haberlo jurado. La exposición mostraba diferentes letras T que significaba la contraposición del autor a las mismas obras que ha realizado, incuyendo negando al mismo autor sin dejar de serlo.
Rojo tomó una idea geométrica simple que ya había aparecido en Señales, una idea horizontal y una vertical, afín a la letra "T" mayúscula, y se dispuso a ser cada cuadro, dibujo, serigrafía y versión de la serie como una progresión de oposiciones formales con respecto de la versión que lo antecedía: un alfabeto restringido pero también por ello potencialmente infinito de oposiciones técnicas y visuales. Se trataba de postular la autonomía de la obra de todo postulado de personalidad o sensibilidad del autor, en aras de procrear una suerte de "nuevo pintor (que desgraciadamente también se iba a llamar Vicente Rojo)"



Y sí, metí mis manos al bolsillo y vi que llevaba una de las obras de Rojo dentro de mis Transvales.



Pero también caí en cuenta que había algo más, algo que una vez descubriéndolo sabía que me daría mucha satisfacción, pues tiene que ver algo con mucho interés mío, y ¿qué cosa puede despertar más mi interés si no es el metro del DF? ¿Qué más elementos tengo para descubrirlo? 

¡Por supuesto! El tren de Guadalajara, claro el "T"ren de Guadalajara, o mejor dicho ¡el logotipo del SITEUR de Guadalajara!
Este es el tren que me llevaría a T.

No sabía si esto sólo era producto de mi imaginación, pero me gustaba creer que había encontrado algo tan interesante como lo que hice en el DF con Lance Wyman y Eduardo Terrazas.

Mathias Goeritz. Formas/Soluciones/Temas.

Fue en esta exposición donde me di cuenta que Goeritz había llegado a la ciudad de Guadalajara por primera vez para impartir clases en la Escuela de Arquitectura de la UDG, sin embargo, hay 2 puntos que despertaron todo este conjunto de revelaciones.


1. La geometría de Goeritz. A primera vista parece ser que el legado de Goeritz es generar nuevas tendencias de arte en México, tal como lo fue en su tiempo el muralismo mexicano con Clemente Orozco, Siqueiros, Rivera, por decir algunos). Hace algún tiempo mencionaba que el arte parece moverse como la sociedad misma y el lenguaje, cuando me encontraba yo en la sala que exponía la sección de geometría vi algo muy similar a las Torres de Satélite en Naucalpan de Juárez, Estado de México, aunque es conocido el autor original de las Torres (Luis Barragán). Cabe recordar que Luis Barragan se encuentra también en la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres, qué gusto encontrar el vínculo entre Naucalpan y Guadalajara.


2. Organización de la ruta de la Amistad. Cuando escribí sobre Lance Wyman olvidé el punto de la ruta de la amistad. Esto, porque para hacer de los juegos olímpicos de 1968 un refrerente de modernidad y de nuevas proyecciones sobre México, se hicieron diversos trabajos llamativos para que el mundo gire la cabeza al país como la punta de lanza de la modernidad en latinoamérica, uno de ellos fue el trabajo de Wyman en México, así como La Ruta de la Amistrad, a cual contenía 19 esculturas, cada una de ellas construidas por los artistas más prominentes de cada país involucrado (México, Suiza, Checoslovaquia, Japón, Hungría, Uruguay, Italia, Bélgica, Estados Unidos, Polonia, España, Australia, Austria, los Países Bajos, Israel, Francia y Marruecos), además de tres esculturas “invitadas”.
Las esculturas se localizaron sobre el Boulevard Adolfo López Mateos, en dos diferentes cuadrantes denominados “tréboles”. El primer trébol se encontraba cerca de Pedregal, área construida sobre piedra volcánica, el segundo se localizaba en un área más rural, cerca de Xochimilco. Así, las Olimpiadas y sus diferentes aristas salieron a la calle, al encuentro de los ciudadanos y, en un principio, las esculturas fueron bien apreciadas, se les consideraba emblemáticas.

Importante lo de la ruta de la amistad

Contribución de Goeritz en la Ciudad de México
Mi preferida es una de las que se encuentra en el trebol de Periférico y  Viaducto Tlalpan, cerca de Xochimilco.


Polonia
Nadie pela a estas cosas que están regadas en ambos tréboles
 

Después de terminar de ver la exposición de Goeritz y de tener esta revelacion salimos del museo, me dispuse a tomar fotos a tren de Guadalajara en la estación Juárez, ya que era muy bonita y resultó en lo siguiente:















Como buen seguidor de los murales de metro del D.F. admito que me gustaron demasiado esos murales en la estación Juárez del SITEUR. Me sentía cómodo en averiguar el secreto (hasta ese momento) más valioso del tren de Guadalajara, ¿qué otras cosas podría yo encontrar?

Llegó el día siguiente, estaba yo despierto y listo para continuar por la ciudad en busca de cosas más interesantes. Se suponía que iban a pasar por mí al mediodía para continuar con el recorrido, así que decidí tomar un baño, desayunar y al ver que ya estaba listo a tan temprana hora, hice una llamada anunciando mi partida temprana para encontrarme con quien iba a darme el recorrido más tarde. ¿A dónde iría ahora? ¿Al centro? Vi que tenía un mini tríptico del Hospicio, había una exposición anunciándose sobre arquitectura México producto del Exilio Español, ¿debía ir? Por supuesto.

Tomé el tren en Atemajac (no lo olvido aún), bajé en Juárez, me saludaron con un guiño los murales (mosaicos), esperé el tren y bajé en San Juan de Dios para llegar hasta el Hospicio. Entré de nuevo y en seguida me dirigí a la exposición. De nueva cuenta, entré sin darme cuenta de lo que me esperaba...


Presencia del exilio español en la arquitectura mexicana

Llevaba por nombre ese, Presencia del exilio español en la arquitectura mexicana. Mi gusto por la arquitectura de nivel fanático me invitó a entrar y descubrir fotografías de las obras de Candela y de varias obras que (la mayoría) se encuentran en la Ciudad de México. Mi revelación concluyó con lo siguiente:

Fotos de Felix Candela que jamás había visto, y más tratándose de lugares como Ciudad Universitaria y Estaciones del Metro
Y también encontre lo que quería sin buscarlo, ¡aqui estaba lo que tanto deseaba! En la siguiente foto se encuentra nada más y nada menos que fotografías de la estacion Juárez de Tren Ligero con los mosaicos a los cuales les tomé foto, ¡todo concuerda! El escape de Vicente Rojo de la represión Franquista se plasmó también en el tren de Guadalajara por ser el autor de esos murales en la estación (llamadas "Palmeras"). Vemos que su trabajo se encuentra en el CENART (Ciudad de México).

Fotografia de las obras de Rojo
Referencias de la imagen anterior
Asimismo, encontré que el mercado municipal de mi bella Naucalpan tambien es producto de ese Exilio, asi como otras obras, las cuales, por desgracia, desconozco su ubicación
Mercado Municipal en Naucalpan de Juarez.
Ubicación desconocida
Ubicaciòn desconocida
¿Qué más podía pedir a esta ciudad? ¿De qué más me estaré perdiendo?
Dentro de la exposición hay fotos del WTC (Mikelajauregui), de la cubierta para la planta embotelladora Bacardi (Candela), la estación del metro San Lázaro y Candelaria (ambos por Candela), restaurante Los Manantiales, en Xochimilco (Candela y Álvarez Ordoñez) y el  Pabellón de los Rayos Cósmicos en C.U. (Candela).

Al salir de la exposición en cuestión, decidí dar un viaje solitario hasta llegar a algo que se llama "El edificio de teléfonos", en la pared se ve una estatua de una persona que se llama Jorge Matute Remus y una placa que dice:

Telefonos de México, S.A. de C.V.
Hace un reconocimiento al Ing.
JORGE MATUTE REMUS
Por el despazamiento del edificio de la central Juárez, efectuado del 24 al 23 (sí, las fechas estan mal) de octubre de 1950, sin interrumpir el servicio telefónico a los usuarios, ni las labores del personal del inmueble; y lo felicita por su valiosa aportación tecnica, social y urbana a Guadalajara, así como a la ingeniería mexicana.
Guadalajara, Jal. 24 de octubre de 1993
Dirección de operación telefonica sur
Subdirección occidente.

Resulta que por las obras que se hicieron en la ampliación de la calle que se encontraba en frente, se tuvieron que demoler edificios, sin embargo, este no tuvo el mismo destino, fue movido con el personal trabajando dentro de él y para dar veracidad de su audacia, se hizo con la familia de Matute dentro...

Después de esto no hice otras cosas más que vagar por la ciudad como si fuera un lugar al que tendría que regresar.

Conclusiones

Guadalajara no sólo me hizo darme cuenta de las cosas tan curiosas que se pueden encontrar en una ciudad, sino de la relación misma que hay con otras ciudades y personas. ¿por qué lo digo?

Cuando llegué al DF decidí comprarme el libro de Vicente Rojo y el Lance Wyman, ya que sentía que no los iba a alcanzar. Y viendo el Wyman me encontré con esto:


Goeritz y Wyman en una misma foto. No era de sorprenderse por sus trabajos en 1968...

Pero ¿cómo fue la llegada de Goeritz a México? Porque la llegada de Wyman ya la conozco. Bien, investigando me di cuenta que Pedro Matute Remus fue tanto alcalde de Guadalajara como Rector de la UDG, y fue él quien invitó a Goeritz a trabajar a la tierra de los mariachis y las tortas ahogadas. No es de sorprenderse que lugares como este hayan gustado a Vicente Rojo también.
 

Me atrapo esa relación entre ambas ciudades protagonistas en un país como México y los personajes que son icónicos dentro de cada ciudad, como si en el metro del DF fuera todo Wyman y en Guadalajara fuera todo Vicente Rojo, y que durante esos años se hicieron trabajos en cooperación como la Ruta de la Amistad (Goeritz y Wyman), así como las Torres de Satélite (Goeritz y Luis Barragán).

Es cuando me di cuenta que ambas ciudades son tan similares pero tan interesantes en su esencia, en sus particularidades, no son tan lejanas pero a la vez son distintas, y no hablo por la comida, la gente o las calles, sino por la importancia que cada ciudad le da a la cutura y al avance de las universidades.

He de regresar para terminar lo que empecé...

1 comentario:

  1. Esto es mas de lo que me contaste el sábado! Y me parece realmente increíble (y no se de verdad si a otros les pase) como en encuentras relación y tanto detalle en cosas que a algunos les parecen insignificantes. Y pos arriba los tapatipesos!

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