Todos tenemos una relación que marcó un antes y un después para nosotros. Una génesis de lo que somos actualmente. Un mito fundacional.
En ocasiones estas relaciones determinan una etapa de nuestras vidas y, en algunos casos, nuestras vidas mismas.
En mi caso y, sin entrar en detalle, agradezco a la vida por las personas que en mí han dejado una huella indeleble porque han constituido diversas etapas de mi vida.
El día de hoy, haré una reflexión sobre las personas con quienes he tenido una relación. Esto lo escribo después de mucha decidia sobre la viabilidad de hacerlo y, en caso de hacerlo, hasta qué nivel, pues no sé las implicaciones o consecuencias de hacerlo a un detalle bastante fino (como quizá, me gustaría).
Pero bueno, antes de empezar, quiero enfatizar en algo muy claro. Generalmente, cuando me decanto por tener una relación amorosa con una persona, procuro que sea con alguien que cumpla ciertas características, como madurez, sentido del humor, sentido crítico, criterio, responsabilidad, pero lo que más me importa es que comparta conmigo ciertos gustos que me permita generar una conversación interesante, que me aporte cosas.
Cada persona mencionada a continuación será descrita preservando su nombre. Puedo entender que quizá haya personas que tomen esto a mal, porque ¿cómo atreverse a hablar de las personas con quien estuvo? Bueno, para mí es importante, porque en esos casos, tengo un sentido de gratitud muy grande, porque sin duda significaron un punto de inflexión en mi vida, donde su papel jugó un rol importantísimo para ser la persona que soy hoy (y de la cual, no me quejo) con sus enseñanzas y la admiración que les tuve.
Empecemos.
Agradezco mucho a la vida por poner en mi camino a:
La literata (2014)
Pues fue mi primera relación relevante donde mis sentimientos se exploraron de una manera profunda. Tu brillantez y precisión en tus conversaciones me generaba mucha admiración hacia ti, todo el tiempo. Me da una pena enorme que mi inmadurez significó tragedia. No estaba preparado para algo así y lamentablemente te perjudiqué. De haber sido un poco distinto, el futuro habría sido brillante.
La arquitecta (2015)
Porque fue la relación más profunda que jamás he tenido. Pues si bien duró poco (ni 2 años), estuvo acompañada por muchas acciones realizadas por primera vez para ambos, principalmente por el hecho de ser mi primera relación viviendo independiente, lo que hizo que no se comparara con nada. Lamentablemente, la experiencia al final fue tan mala, que nunca volví a querer de la misma manera. Ese "yo" se quedó en 2016, ahí vivió y ahí murió, ahí se queda y quedará por siempre, y no volverá ni contigo, ni con nadie. Y ahí se queda porque entendí que ese camino no es el correcto en una relación.
La psicóloga (2018)
Porque de verdad me enseñaste el amor a primera vista al grado de que no podía ni articular palabras al conocerte. Y porque viví momentos únicos que sigo preservando a pesar de que lo nuestro estaba destinado desde el primer día a tener un final tan trágico, descalabrante y traumático como el que tuvo, pero disfruté mucho lo poco que duró. Era un suicidio que, en su momento, estaba dispuesto a realizar.
La artista plática (2019)
Porque contigo todo era perfecto. Interesante, inteligente, independiente, todo era lindo. Porque me enseñaste un mundo que no conocía y compartimos tantas cosas que teníamos en común. Exploré la ciudad como con nadie y aprendí tantísimas cosas. Lamentablemente, con el paso del tiempo, hubo algo que no me enganchó a pesar de todo, y lo que no quería era quedarme y hacer el problema más grande. Tuve que irme.
La administradora (2020)
Porque fue la redención de tantas cosas del pasado. El momento perfecto de ya hacer bien las cosas. Un oasis dentro de la calamidad de la pandemia y de vivir completamente solo. Por tu acompañamiento en ese proceso y en otros tantos como mi maestría, donde debía avanzar sin tener casi nada a irme haciendo de a poco con más cosas. Me da gusto que hayas sido testigo de ese proceso durante algunos años porque tu compañía de verdad era un remedio a tantos de mis males. Lamentablemente siempre pensé que te llevaba años de experiencia y quizá no estás lista para una relación a ese nivel. Era MI momento (hasta ese momento) de ya hacer bien las cosas, pero creo que el tuyo no (y dudo que lo sea ahora).
Así es, amigos, en 2023 se cerraron 10 años de relaciones que me han definido. No mentiré, algunas de estas relaciones tuvieron finales muy trágicos y dolorosos que, sin exagerar, pusieron mi vida en debate, pero fueron pasos necesarios para la formación de una madurez.
Las cosas generalmente no funcionaron porque una de las partes no tenía lo suficiente para continuar con una relación (generalmente ese alguien fui yo), pero no quita que les tenga un respeto y agradecimiento enorme a estas personas y deseando que tengan mucho éxito en sus vidas, porque si algo me queda claro es que son personas muy capaces y extraordinarias de las cuales me siento orgulloso. Seguramente sus nuevas parejas son personas sumamente afortunadas.
Inicia un nuevo ciclo de 10 años marcados desde 2024 ¿qué sigue? No lo sé. Estos próximos años son cruciales para tomar una decisión clave que marque mi futuro y necesito tomarla con proyección a futuro. Así que veremos qué surge en estos nuevos años. Solo siento y sé que el futuro pinta bastante bien, pues la verdad siento que mis episodios más traumáticos ya los tuve, y vaya que los sufrí, así que no creo que viva algo tan duro como lo que pasó en estos últimos 10 años porque tampoco cometo los errores que me llevaron a la catástrofe y, si los hiciera, sabría qué hacer para reducir un impacto.
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