jueves, 22 de julio de 2021

Somos inspiración

Los Juegos Olímpicos han comenzado, en medio de una pandemia, de una crisis mundial. Hoy quiero hablar de la fuerza del espíritu que significan para mí los JJOO.

Me gusta el deporte, pero encima de eso, me gustan las historias. Si me lo permiten, vean los JJOO, están pasando gratis en Marca Claro por Youtube, ¿y por qué verlos? la pregunta más bien es ¿por qué NO verlos?

Seguramente yo estaré viendo la inauguración a las 6 am (hasta pienso quizá hacer una transmisión de mi reacción en vivo en Twitch).

Los JJOO son el motor, la consolidación de años de esfuerzo, es la consagración y la búsqueda por tener una cita con la inmortalidad. No son solamente un premio a un país, es un premio a años de sacrificio tanto individual (del atleta), sino también familiar.

Personalmente les digo que yo me siento orgulloso de ser testigo de haber visto y presenciado las medallas de Phelps, los records de Bolt, pero sobre todo, las medallas de oro de Soraya, Guillermo y de la selección de futbol en 2016 (donde, por cierto, le ganaron a Neymar).

Todos hemos saboreado alguna vez la gloria, haber alcanzado un punto tan alto donde nadie más ha llegado, quizá en un examen profesional, en ser aceptados en una escuela o trabajo, en ganar alguna competencia, a mí, personalmente, me conmueve ver el llanto de la victoria, saber que es producto de tanto esfuerzo en un país que históricamente ha vivido de sacrificios y de poco apoyo al deporte.

Siempre para mí será inspiración saber que Soraya Jiménez (QEPD), fue la primera mujer en darle un oro a México en unos JJOO. Y era de Naucalpan nada más. Esa y muchas más son mi inspiración, saber que uno debe ganarse las cosas a puro pulso, echar adelante a su familia y su país.

¿por qué nos conmueve tanto un deporte? no lo sé, pero puedo asegurarles que en más de una ocasión he caído en lágrimas en ver el triunfo de nacionales (y también de extranjeros), porque el deporte siempre nos da una lección muy importante: siempre hay revanchas, revanchas históricas, donde después de una derrota podemos levantarnos y alcanzar la máxima gloria. Esa es la inspiración que a mí me ha dejado. Quizá no todas las victorias sean títulos o medallas, quizá solamente sean batallas, pero caray, no dejan de saber tan bien...

Quizá nos conmuevan esas historias porque detrás de esos atletas hay personas, personas de verdad como nosotros, personas que vivían en una casa modesta a las orillas de la ciudad con una mamá que se fregó el lomo por cuidar y dar alimento, recibir a su hijo con un plato de sopa caliente y un agua helada, una mamá que quizá tuvo que lidiar sola, un papá que buscó la manera de dar lo necesario para el equipo, una abuela o abuelo que siempre creyeron y solo veían a su nieto/a salir de casa a las 5 am a tomar el pesero. Son personas reales las que ganan, personas que buscar un lugar en un mundo tan injusto, personas que siempre creyeron en sí mismas, que no tuvieron el apoyo necesario, salvo el de sus familias, que durmieron en la calle, que sacrificaron muchas cosas por salir adelante. Esas son las personas que ganan, las reales.

Recordemos dos casos de gloria en el deporte en general:

- México vs Alemania (Mundial Rusia 2018). Ese día lo viví solo, era domingo, lo recuerdo bien. Meses atrás existía la polémica de un fracaso anunciado, los jugadores desde el primer maldito segundo se supieron colocar y tocar al balón, cada movimiento era preciso, Alemania jugó como Alemania y México jugó como debería. Ese gol de Lozano ha sido el gol que más he gritado en toda mi vida. No podía contener las lágrimas, estábamos hablando de que soltaban el golpe a un multicampeón del mundo ¿por cuánto tiempo un equipo que nunca ha ganado nada puede sostener esa victoria? es como contener el ataque de un león feroz con una rama. La única manera de anotar y mantener esa ventaja era sufriendo, no hay de otra.

- Podio de Checo Pérez en Baréin. Lamentablemente no pude presenciarlo en vivo, pero sin duda la noticia cayó y no podía contener la emoción. Checo Pérez sabe lo que significa algo así, su reacción al momento de escuchar el Himno Nacional Mexicano en el podio NO TIENE MADRE, me cae. Es un momento único haber alcanzado semejante hazaña tras haberse colocado en algún momento de la carrera en último lugar. ÚLTIMO LUGAR.

En fin, existen varios casos, el gol de Borguetti a Italia en el mundial del 2002, las medallas de oro de México (como la de Guillermo Pérez con la épica narración de Rosique llorando de emoción recordando cada medallista olímpico mexicano).

Esos momentos son inspiración pura, son lecciones de vida sobre la resiliencia ante las adversidades, son episodios que nos inspiran a querer alcanzar esa máxima victoria. Ansiar a más.

Dejaré unos videos, el primero es la narración de Rosique en la medalla de oro de Guillermo Pérez, el segundo es un podcast donde cuenta su pasión por el deporte y sus experiencias (y hablar de este episodio tan emotivo), y el tercer es un recuento de los momentos de gloria de México en JJOO. Al menos vean el primero y el último, no son muy largos.

Seamos inspiración, seamos las personas que nos vean las próximas generación para alcanzar su máxima victoria.


 

 




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