martes, 28 de agosto de 2018

Recuerdos sobre la carretera

Los mejores recuerdos que he tenido a lo largo de estos 4 años de relación con ella han sido esos momentos que han sucedido cuando salimos de viaje.

Desde despertar y subir las cosas al auto, cargarlo, lavarlo y ver cómo ella me observa hacerlo.

Recuerdo una vez que fuimos de paseo al bosque, íbamos en el auto y ella puso música, íbamos cantando desenfrenadamente coreando las canciones que nos gustaban. En el trayecto recorrimos una serie de paisajes sumamente encantadores, es una experiencia única ir por curvas a una velocidad muy suave y ver cómo los árboles daban un poco de sombra en ese día caluroso, lleno de mucho sol.

Son recuerdos sumamente encantadores, ese día en especial mientras yo conducía podía ver cómo ella se maravillaba con la altura de los árboles y el paisaje de la ciudad que se iba alejando cada vez más.

Fue un trayecto de 1 hora, realmente fue muy poco.

Llegamos al valle, estacioné el automóvil cerca de un restaurante y caminamos, a lo lejos podía ver mi automóvil, mi querido automóvil, se veía hermoso, esa máquina que me permite muchas libertades estaba rodeado de un paisaje que lo hacía ver poderoso, ¿sabes?, la parte delantera del auto estaba encima de unas rocas y se veía muy lindo rodeado de un paisaje lleno de naturaleza, tomé una foto digna de un comercial y seguimos caminando adentrándonos al bosque para tener mayor contacto natural, para tener un momento muy íntimo que pudiéramos compartir.

Nos metimos al río y nadamos un poco pues por rato hacía frío. Llevamos nuestra cámara y tomamos fotos muy lindas, verdaderamente reflejan la sólida relación que tenemos.

Caminamos y exploramos mucha naturaleza, todo era hermoso, habremos caminado unas 3 horas por lo que mi amada había terminado exhausta.

Regresamos al automóvil a dejar las cosas para poder comer.

Pedimos comida deliciosa, ella pidió conejo y yo pedí un corte muy delicioso. Bebimos un poco y platicamos hasta que cayó el atardecer. Ya se acercaba el momento de irnos.

Subimos al auto, naturalmente ella ya estaba sumamente cansada después de un día lleno de muchas risas, diversión y actividad de todo tipo. Yo debía ir a dejarla a su departamento.

Ya era de noche y sobre la carretera había una neblina espesa que dificultaba la visibilidad, por lo que mi velocidad se redujo, esa velocidad permitió que ella pudiera dormir. Se ve muy tierna cuando duerme y su carita se desvanecía hacia un sueño profundo.

Sin duda ella había disfrutado mucho ese día. Ese tipo de recuerdos son los que prevalecen conmigo, que me hacen sentir bien y que han forjado a esta relación sólida, pues aunque en este caso fue un viaje corto, en otras cosas ocasiones el automóvil me ha permitido diferenciarme del resto y tomar ventaja en ciertas cosas, por ejemplo, pasar por ella a su trabajo, salir a cenar de noche, ir a casa de sus papás, pasar al supermercado, etcétera. El uso privado del automóvil me ha permitido gozar de muchas ventajas y saber diferenciarme para tener una vida más cómoda y más íntima con mi pareja, pues es un espacio donde podemos disponerlo cuando se requiera sin necesidad de estar sufriendo por la hora en la que deba pasar el tren o algún otro transporte. Además para ella le resulta aún más seguro pues así se encuentra lejos del peligro que pueda significar viajar en transporte como sufrir de acoso sexual, asalto o de aglomeración. En mi auto, cuando paso por ella, solo somos nosotros 2 en un espacio para 5 personas.

Es ese vehículo el que me da libertad, autodeterminación, comodidad, independencia y sobretodo intimidad con mi pareja. En lo personal, esa práctica minoritaria me da sensación de éxito.

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