Situación número 1. Bebé a bordo.
Se escuchan gritos, mentadas de madres, un pervertido aprovecha la situación para manosear a una inocente jovensita. Toda clase de gritos suceden, hasta que escuchas: "¡No empujen, hay un bebé!"
Evidentemente lo grita la madre de dicha cría en cuestión, no puede ser de otra forma.
¿cuál será la mejor respuesta? Todo dependerá de tu actitud.
A) Si eres de los que tienen poca paciencia y tenías mucho tiempo esperando por el tren, quizá lo mejor sería decirle "Señora, no me importa si hay bebé a bordo, lo que me importa es entrar, el bebé ya está adentro". Naturalmente te ganarías el título de "hijo de puta" del día, pero te importa más entrar, ¿no? También dependerá de cuán sincero quieres mostrarte
B) No veo otra opción más que seguir empujando para entrar, pero sin decir nada. ¡seamos honestos! Cuando quieres entrar no importa otra cosa. ¿pobre bebé? Sí, pobresito. Pero hasta ese momento, nadie le ha cedido el asiento y uno quiere entrar. Y cuando uno quiere entrar y ve que en la mera puerta de metro/tren está una señora con su bebé y toda la masa enardecida también está desesperada, uno jamás piensa (ni mucho menos dice) "mierda, hay un bebé, no voy a entrar para no lastimarlo" quizá sí se intente entrar con delicadeza, pero repito, la masa está enardecida. ¿cómo lidiar con eso? ¿haciendo un vagón exclusivo para madres con sus bebés? Seguro se llenan también y quizá habrían más heridos que conviviendo con el resto. Las madres de ahora... quizá sería como poner varios peces beta en la misma pecera.
Situación número 2. Chocar carritos contra tu propia voluntad.
Un hombre viene cansado de trabajar, agotado y con ganas de llegar a casa, gritar que ya llegó, quitarse la gorra, saludar a su familia, descansar y comer. Delante de él, una señora que viene de trabajar, agotada, con ganas de llegar a su casa, quitarse esos zapatos que torturan, descansar los pies, saludar a su familia y comer como Dios manda.
El transporte da un giro de súbito y toda la tranquilidad se ve interrumpida, los sueños de todos los pasajeros se ven inconclusos porque sus vidas se vieron en riesgo por tan tremendo giro de este chofer temerario. El señor se recargó sobre la parte trasera de la señora y ésta sintió su miembro en su trasero. Le da una cachetada.
- Maldito puerco.
El tiempo se detiene. El hombre tiene las siguientes opciones:
A) Hacerle entender que fue un accidente bajo el argumento de lo que sucedió.
B) Disculparse, que bajo las condiciones por las que sucedió el choque automovilístico, no debería. Fue sin la intención.
C) "Ve mi cara ¿crees que lo estoy disfrutando?" Funcionaría para cualquier persona en cualquier transporte en cualquier día, resumiría todo lo anterior.
Situación número 3. ¡Cabrón! ¡¿crees que llevas animales?!
C) No decir nada, ¿te importa seguirle un juego a una señora así?
D) Allá tú...
Básicamente no le seguiría un juego a una persona (sea quien fuere). No. Y no lo recomiendo.
Situación número 4. La famosa doble fila.
Todos (quienes hemos utilizado un autobús) hemos alucinado con la mística "doble fila" de la que habla el chofer cuando quiere jugar tetris dentro de su unidad, todos. Siempre sucede cuando (lo curioso de todo es que se pueden juntar todas las situaciones anteriores, es casi como un requisito que se cumplan) la unidad se llena de personas y cuando el chofer quiere que quepan más y más personas, voltea y recurre a su grito sutil:
Igual que la situación anterior, en esta no acudiría a alguna práctica. Pero para ilustrar algún escenario para defenderte, estas son con las que este navegante se ha encontrado.
Decir:
- Hambriado (o hambreado)
- ¿Encima de quién?
- ¡'Ámonos ya!
- (simplemente) Pues si ya no cabemos
Yo recomendaría que en caso de que se junten alguna de las situaciones anteriores, (si usted es de esas personas que no tiene miedo de gritar y hacer panchos en el transporte) recurra a la queja de mal servicio que está dando el chofer y que todavía esa persona quiere llevar más ¿qué clase de imbécil da un servicio de la mierda y se aferra a cargar más personas? Lo mejor siempre es no moverse, que se frieguen si dan el servicio que se merece uno.
En fin, son un sinnúmero de situaciones que uno como habitante de una gran ciudad debe soportar. No quiero atormentarlos y pensar en que mañana ustedes deberán soportar eso, ya que siempre uno se debe encontrar con muchas cosas; como una gorda que ocupa un espacio y medio y tener que lidiar con ella (para que, al final, ella se sienta la ofendida), una gorda que no deja pasar en el pasillo, un gordo que vaya comiendo en el transporte y se escuchen sus "Crash, crash" de sus papitas y su "Aaaaaag" de su sorbo de su refresco, o pubertos que sienten que son lo más cool del mundo y que sus pláticas húmedas nos importan a todos, o el grupo de chavitas escandalosas. Etcétera.
Pero no todo es tan malo, amigos. Todo puede compensarse con una canción que pueda cantar un imitador al haberse subido al transporte :)
O con una persona que no veías desde hace mucho tiempo y te dio gusto haberlo encontrado :)
O simplemente filosofar cuando vas en la ventana del camión y que cuando bajas te dices
¡Cuántos paradigmas no has de haber roto mientras pensabas en el transporte!
Hay muchas veces cuando viajar en transporte es divertido, por eso es mejor intentar convivir con toda esa basura de gente (y no para ser una basura más), sino para conocernos más a nosotros mismos, para entender que somos diferentes, y que, aunque esta ciudad está llena de mucha gente maldita, también hay gente que vale la pena y con quien puedes platicar. Lo curioso es que siempre sale más a flote la gente mierda que la gente buena.
También es divertido siempre viajar en masa, porque cuando algo sucede (como en la espera eterna del metro), el entrar se convierte en un campo de batalla. Aunque me parece más la analogía de la escena de la liberación de los atunes en "Buscando a Nemo" (nadaremos.. eeehhh). Eso está chido. Es más, les dejo un video, es toda una experiencia porque de verdad toda la gente grita.
Y esta es la escena de la película
Debo admitir que el video de la gente en el metro me estresa un poco, pero eso sólo se puede explicar bajo las siguientes condiciones:
1. Es Pantitlán y ese lugar está bien culero
2. La gente que va a Pantitlán vive en la parte oriente de la ciudad y no es por menospreciarlo, pero de verdad el oriente de la ciudad no tiene mucho que ofrecer (y digo "no mucho" porque... de las pocas veces que he ido no he encontrado NADA, y por eso no quiero confirmar que, en efecto no hay nada interesante haciendo un viaje de exploración, no señor). De Pantitlán hacia toda esa parte del Estado de México es como un camino de perdición del que posiblemente no regreses vivo (o al menos... con tu celular y tu cartera)
Bajo otras condiciones, la situación sería divertida.
Si usted vive en una zona del oriente de la ciudad, no se enoje... sabe que es verdad. ¿o me va a decir que la Cabeza de Juárez es un ícono capitalino?