jueves, 3 de marzo de 2022

Recordemos a los misteriosos

A todos nos ha pasado, todos hemos tenido amigos o conocidos que de repente se les perdió el rastro. Esto suele ocurrir por diversas circunstancias, las cuales no pretendo enumerar, sin embargo, sí mencionar algunas, por ejemplo, vida familiar absorbente, desprendimiento de la tecnología, problemas psicológicos o incluso la muerte.
Este fenómeno ocurre en todos los ámbitos y parece acentuarse mas en épocas más tempranas de nuestras vidas, es decir, es más difícil rastrear a un amigo de la secundaria que uno de la universidad, por ejemplo. Por lo que la hipótesis de un posible desprendimiento de la tecnología sea la razón más aceptada ante esta falta de rastro en el internet. Y es que nos suele suceder, que tenemos recuerdos inesperados de alguna persona y decidimos poner en marcha nuestras mayores habilidades en la tecnología para ubicarlas sin éxito, y eso considerando las enormes herramientas que los buscadores y el mismo internet tienen para rastrear a alguien. Es extraño, es como si a veces la gente simplemente desapareciera. Hoy quiero hablar un poco de esas personas misteriosas que nunca más vuelven o que nunca estuvieron en el internet.
Hoy quiero compartir mis respetos a esas personas que, por alguna u otra razón, no se encuentran al alcance, y no lo digo porque me la paso buscando a amigos, para nada. Todo surgió porque recién acabo de entrar a mis recuerdos anuales de Facebook y vi perfiles de personas en épocas de universidad, y al entrar en sus perfiles parece que se quedaron atorados en algún punto de 2012 y 2016 y muchas cosas vinieron a mi mente, incluso, no negaré, que en mi mente pasó la terrible idea de la misma muerte. Nadie lo sabe. O quizá solamente sea un abandono de perfiles que después fueron sustituidos por otros, dado que se perdieron sus contraseñas. NADIE LO SABE.
Y pensé que muchas cosas no solamente quedaron suspendidos en el tiempo, en el abandono, sino que muchos ni siquiera entraron a la red.
Sí debo admitir que muchas veces busqué a grandes amigos de la infancia pero jamás los he encontrado, eso me ha entristecido bastante y me recuerda a otros amigos, de secundaria por ejemplo, que una vez que salimos, se convirtieron en personas irrastreables, como si se hubieran convertido en mitos urbanos. Susurros callejeros en una ciudad sin oportunidades.
Admiro a esas personas, pues en un mundo como el nuestro, donde ya no existe la privacidad, la ausencia significa resistencia.
Por otro lado, existimos quienes somos fácilmente ubicables por las múltiples redes sociales conectadas y mencionadas entre sí. Pero eso no es interesante.
Persona misteriosa que te topas a leer esto, eres lo máximo, que tu rumbo y tu vida sigan el curso que deban seguir bajo el yugo de ese misterio que pocos pueden revelar.

(La presente entrada fue escrita a las 12:18 am de un de marzo de 2022 en un celular, no me detendré a revisar ortografía o sintaxis, se supone debo estar dormido, hay lo que hay).

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