sábado, 20 de mayo de 2017

Esa condena llamada perpetuidad

El presente post, cabe mencionar, es de carácter contemporáneo, siglo XXI para los cuates. Hace poco tiempo platicaba con un amigo muy seguidor de la saga de Pokémon, y cuando comentábamos acerca de la infancia y la serie que se solía transmitir con buenos capítulos le pregunté sobre si continuaba la serie, a lo que él asintió. No lo creí. Mínimo tiene aproximadamente 15 años la serie. Y al no creer dicha afirmación le pregunté si algún día tendrá final (ya que hay caricaturas basadas en Mangas y esos sí tiene un final, como Ranma 1/2) respondiéndome un seguro no.
Bien ¿por qué no acabará esa serie? Este joven me hizo ver la realidad, jamás morirá, continuará porque hay de por medio infinidad de videojuegos y productos que se seguirán vendiendo a medida de que la saga continúe. Es como matar a Mario Bros.
A mi modo de ver esto suena realmente triste, una especie de condena, y no lo digo porque veremos nacer a las próximas generaciones y seguirá el mismo Ash en la televisión queriendo ganar un campeonato que nosotros ya sabemos JAMÁS logrará, sino porque muchas cosas están condenadas a la perpetuidad. A veces la perpetuidad no es lo mismo a inmortalidad, no es sinónimo, la perpetuidad es la presencia física de algo hasta el fin de los tiempos, mientras que la inmortalidad no conlleva a la perpetuidad necesariamente pues la inmortalidad es la presencia en el imaginario colectivo o cultural de la sociedad o algún sector de ella sin necesidad de presentarse físicamente.
Lamentablemente la mayor parte de todo lo consumible de la cultura pop, como cómics, caricaturas, películas entre otras cosas están condenadas a la perpetuidad, y más aún, los fundamentos culturales de la cultura pop que en su mayoría fueron producto del siglo XX son tan asombrosos que no dan oportunidad de generar nuevo arte en siglo XXI y si existe algún producto en su mayoría tiene las siguientes características:
- Son producidas mediante tecnología, dejando el arte humano a un lado
- Son remakes de cosas del siglo XX
- Son basados en plantillas (actualmente las caricaturas son plantillas para todos los personajes, sólo cambian elementos básicos)
Por desgracia mucho arte y "artículos" de la cultura pop son reciclables y prefabricados. Bueno, este no es el punto central, el punto central es la perpetuidad.
Star Wars, todo Marvel y DC Cómics, Pokémon, Mario Bros (básicamente todo Nintendo), Halo (y demás videojuegos famosos hasta llegar a FIFA, PES, y demás) entre muchas más están condenadas a la perpetuidad. El ciclo de la vida no aplica para ellos, lo maravilloso de la vida no juega para ellos, si bien dentro de cada uno de los universos antes mencionados hay un aparente fin, este no es definitivo. Podría atreverme a decir que inclusive dentro de la literatura actual también hay condena a la perpetuidad.
La perpetuidad es algo despreciable, es reciclar los personajes y esfuerzo del siglo XX para generar ingresos de un modo sucio.
No hay creatividad por nuevas propuestas.
En fin, de algún modo apenas inicia la perpetuidad. No queda de otra más que disfrutarla.

jueves, 11 de mayo de 2017

El día en el que empecé a buscar la luz en mi casa

No lo sé.
Cada noche desde lo sucedido me llenan las ganas de rendir las cuentas sobre como creo que son las cosas, sin embargo, el ejercicio de reflexionar lo que pienso y volver a reciclar esa idea para obtener una nueva sólo me genera un ciclo de confusiones sobre mi estado. A veces quisiera explicarte lo que descubro cada día, pero curiosamente al día siguiente surgen nuevas ideas que podrían inclusive dejar a un lado la anterior. Puedo justificar mis acciones el día de hoy con algo, pero, como menciono, al día siguiente pueden ser distintos. Eso me tiene confundido, mis decisiones y pensamientos a veces no se tornan tan claros como creí. No sé si es sugestión o realmente estoy entrando en un proceso cada vez más intenso.
Hay algo que mencionar, de no haber sido por los momentos que pasamos y el valor que tenía para mí eso, no habría jamás podido darme cuenta de que necesitaba este viaje para conocer el origen de mi actuar y poder tomar un camino adecuado. Estoy en deuda, sin embargo, sabemos lo que sucedió. Qué lamentable.
Es por esa razón que soy enfático que no debe verse como un proceso trágico, dado que los pensamientos sobre todo este tiempo no han cambiado.
Los fantasmas que habitan en mi mansión no han salido, es algo muy extraño, porque dentro de esta mansión hay muchas habitaciones que nunca han sido abiertas, y posiblemente deba abrirlas para liberarme de los ruidos que me acechan cada vez que me voy a dormir y apago la luz de mi habitación con el miedo de que me generen algún daño. Quizá dichos fantasmas ni siquiera existen, quizá sólo sea todo de productos imaginarios, sin embargo, la realidad es que esas habitaciones deben ser abiertas para comprobar el estado en el cual se encuentra mi hogar. Y yo, como explorador y como habitante de esta casa, no estoy seguro si estoy demasiado o muy poco preparado para enfrentarlos, para ello me he hecho valer de varios recursos, algunos creyendo que son una solución, pero a veces se tornan únicamente parte del problema cuando creí que esa herramienta estaba a mi favor.
No hay motivo para juzgar ni para sufrir, solo para comprender. No busco atar nada ni ser atado, sólo dejar que las cosas sigan el curso que deben seguir, vivir y disfrutar de las cosas que siempre han logrado una sonrisa en todos: una comida, un viaje, una plática, un deporte, un hábito o un pasatiempo.