Como se mencionó en el post de Revellaciones II, esta es la segunda parte que consolidará toda la actividad de trabajo ausente en este año. A pesar de llevar por título "Revelaciones" (muy ridículo, por cierto), el contenido de este post no es tal una como la que tuve en Guadalajara, pero sí tiene cosas interesantes que también quiero mencionar.
Cabe hacer mención que Guanajuato es el lugar que más me gusta en todo esto que se llama México, considerando mi limitado recorrido de este territorio de 121 millones (y sumando) de personas.
La revelación
Siendo mi tercera vez en Guanajuato estaba dispuesto a hacer todo lo necesario para irme y hacer todo el recorrido que era necesario. La primera vez sólo tuve oportunidad de hacer ciertos recorridos en pocas horas, no fue del todo mala, pero tampoco estuvo tan ocupada porque tenía aproximadamente 10 años de edad. La segunda vez fue en el año 2012, lo único que me dejó ese viaje fue la convicción para deshacerme de una persona a la semana siguiente y para siempre. Debo decir que el viaje fue una crónica muy divertida, inclusive podría decirse que hay más cosas que contar sobre el trayecto que sobre la estancia allá...
Por esas incompletas y bizarras razones llegué a Guanajuato. Eran las 5 de la mañana y tuve que hacer un recorrido de reconocimiento para saber dónde exactamente estaba y cómo exactamente llegar. Después de batallar demasiado en encontrar transporte, nos subimos, andamos y el recorrido que dio proyectó imágenes de cuando llegamos en 2012. Encontré un lugar para dormir, intenté hacerlo batallando con tala de árboles y desperté a las 8 o 9 de la mañana...
Dentro de Guanajuato hice recorrido por 3 lugares: El museo del pueblo de Guanajuato, el Museo iconográfico del Quijote y El museo casa Diego Rivera. Acerca del primero no tengo mucho que decir, así que me limitaré a los dos últimos.
Museo iconográfico del Quijote
Yo tenía desconocimiento total de quién había sido Eulalio Ferrer hasta el momento en el que me metí a este museo. Así como Vicente Rojo, Luis Buñuel, Félix Candela y muchos otros, Eulalio Ferrer fue parte de este grupo de exiliados españoles que radicaron en México y que formaron parte de ese enriquecimiento cultural en ámbitos, como el arte editorial, cine, arquitectura y demás. Este hombre fundó el museo del cual estoy hablando, pero no quiero tocar el tema del personajes, ni siquiera del museo y mucho menos de Guanajuato.
Quiero ser enfático a la figura específica del Quijote y de Sancho Panza, este museo retrata en formas muy particulares las distintas maneras de ilustrar y ver al Quijote desde diferentes artistas.
Inmediatamente se me vino a la mente un artista que conocí hace algún tiempo llamado EKO. Hace algunos días, leyendo su blog, me encontré con un post que hacía un recorrido que con relación a los tantos Quijotes que se han ilustrado, es importante considerar que este libro es el principal pilar de toda la literatura española y de la misma lengua tal cual como la conocemos ahora, por ello las personas que se han dedicado a ilustrar diversas ediciones han sido personas de gran categoría, tal es el caso de Gustave Doré, Pablo Picasso y Salvador Dalí, por decir los más importantes. El post se originó por la encomendación de una editorial a la ilustración de una edición del Quijote, el artista, tan creativo y siendo tan único en su trabajo, se dedicó a un Quijote suyo. Este Quijote debería quedar fuera del convencional, del mismo Quijote que vemos, con las mismas características por tantos artistas se haya dibujado.
Posteriormente me había encontrado con una entrevista que le hicieron sobre este nuevo Quijote, donde mecionaba que dichas ilustraciones deberían ser únicas en su tipo. En el enlace de la entrevista se ve una serie de ilustraciones de dicho Quijote que se pusieron en la edición, no pondré dichas ilustraciones por respeto mismo al artista, ya que sería colgarme medallas que no me pertenecen. Es prácticamente obligada la entrada a su blog si se quiere entender la totalidad de esta entrada, por eso se colocan los enlaces correspondientes.
En fin, al entrar al museo vi una serie de Quijotes, unos de un estilo, otros de uno ya diferente, pero era cierto lo que mencionaba EKO, a fin de cuentas todos eran el mismo, es impresionante que una obra tan influyente como esa sea vista desde una sola perspectiva derivada de la lectura estricta de la obra. Los Quijotes que se veían en las salas no variaban demasiado. De hecho, podría decir que todo lo que conocemos acerca del Quijote parte esencialmente de la ilustración misma que hizo Doré, porque el resto de Quijotes que vemos en el museo son semejantes en algunos aspectos.
Había un Quijote en especial que era muy llamativo, donde se encontraba el Quijote cabalgando en su caballo y con cientos de personas por detrás. Evidentemente esta pintura no se encuentra ninguna parte de la obra sino que representa el exilio español y la huida de muchos españoles de su patria. En la imagen se pueden ver personas de gran talento como el mismo Eulalio Ferrer de niño así como Luis Buñuel como uno de sus allegados y demás personajes.
Sigue siendo muy interesante este recibimiento mexicano a los españoles que escapaban a la represión española impulsada por Franco. Una vez platicando con mi amigo Diego, llegamos a un tema sobre la guerra y la literatura donde mencionaba que muchos autores como Tolstoi o Hemingway han escrito sobre ella en tiempo donde se desarrollaba, y es cierto, muchas de las obras maestras en diversas artes y el desarrollo tecnológico derivan de una guerra, y no solamente por escribir que ya sucedió, sino escribir o desarrollar en el momento en el que se está viviendo una guerra misma.
Mi impresión hacia el museo fue muy positiva en el aspecto de toda la mistura de la cultura española y mexicana, sin embargo, me seguí quedando con esa interminable duda sobre la representación misma del Quijote y su influencia hacia el entendimiento de la obra misma y la lengua española.
El museo casa Diego Rivera
Este lugar tuvo toda mi atención, afortunadamente no se dejaban tomar fotos a las obras de Rivera, sí, afortunadamente porque ¿se imaginan cuán desesperante habría sido tener que soportar a tanto imbécil tomando fotos de cosas que no pueden admirar con sus ojos y que dichas fotos JAMÁS volverán a ver? "Toma foto a esto, a esto y a esto y a todo". Yo no creía toda la versatilidad de Diego, es otra cosa su versatilidad, todo un maestro. Es muy interesante también esa "afición" o respeto que tenía el artista hacia la cultura prehispánica, algo que encuentro también en el pensamiento artístico de Siqueiros cuando en uno de los paneles del Polyforum dibujó el encuentro entre Cortés y La Malinche, e inclusive también en el de Clemente Orozco. Esa habilidad artística lo llevo a hacer una serie de dibujos para ilustrar el Popol-Vuh, un libro que cuando lo leí me gustó demasiado en verdad por la cosmovisión del origen de los tiempos en la cultura Quiché.
No habría sido tan interesante esta visita si a la semana siguiente no hubiera yo terminado en la casa azul en Coyoacán dando un curioso recorrido en (ahora) la casa de Frida, que a decir verdad, no soy gran admirador de su obra. Me parece muy muy grandioso el legado que tuvo Diego.
Asimismo este recorrido fue compleméntadose todavía más con la visita al museo Dolores Olmedo y este pequeño vínculo de personajes se fue entretejiendo de manera curiosa en zonas ya distintas (Guanajuato, Coyoacán y Xochimilco).
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Museo Dolores Olmedo |
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Museo Dolores Olmedo |
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Museo Dolores Olmedo |
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Museo Dolores Olmedo. Debía agregar esta foto que es sobre Arte Popular Mexicano para que no parezca que este museo es sólo un zoológico más. |
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La Rueda: ese invento que se llama progreso, ese inventó que se lleva TODO A SU PASO y que NADA LO DETIENE. Muy interesante el discurso cuando se tienen los recursos teóricos necesarios, ¿no? |
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La parte más crítica de todas... |
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El hombre en llamas ¡se levanta! |
Dentro de este museo me topé con una foto (que por cierto, no subiré) donde se encontraban sentados en la misma mesa Siqueiros, Rivera y Orozco, ¿era a caso otra de esas bromas como en el museo Tamayo?
Y para concluir, mi viaje a Guanajuato terminó en el museo Anahuacalli al sur de la ciudad de México, donde este museo es un lugar construido por piedra volcánica que se recogió derivada de la erupción del volcán Xitle y que dio origen a los pedregales (San Ángel, Cuicuilco, Ciudad Universitaria, Bosques del pedregal, etc.) bajo la dirección y supervisión de Diego Rivera. Lamentablemente no pudo ver concluida su obra, pero su hermana, bajo el apoyo de Dolores Olmedo terminaron el proyecto que ahora se encuentra de pie.
Este proyectó buscaba dejar una especie de mini ciudad de las artes para el pueblo mexicano basándose en la construcción de un inmuebe con obras de interés.
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Prácticamente desde aquí veo mi casa |
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El Ajusco se veía particularmente bello ese día |
Este museo cuenta con miles de piezas prehispánicas y la elaboración del lugar muestra una vez más esa versatilidad que tenía Diego Rivera, no sólo para la pintura, sino para los mosaicos que se encuentran en los techos de cada sala.
Este fue básicamente el impulso que me dio ese museo en Guanajuato y que me siguió hasta la Ciudad de México y encontré consolidado en Guadalajara con esa foto de Siqueiros, Rivera y Clemente Orozco.
Entonces ¿cuál fue mi revelación? ¿el caminito de Guanajuato-México-Guadalajara? ¿Muchas fotos? No. Una parte de ella fue lo que comenté de EKO y de "El Quijote" (que, aunque parecería muy a parte, no lo es si consideramos que todo partió del museo de Eulalio Ferrer, es decir, del Exilio Español y el recibimiento en México). Mi revelación consistió básicamente en identificar los momentos claves del México contemporáneo.
Es bien sabido que el movimiento del muralismo en México se dio, principalmente, con estos 3 exponentes, Rivera, Orozco y Siqueiros, sabemos que hay más como Tamayo y muchos otros.
También es sabido, o al menos así se concibe en las clases de historia, que el concepto del México moderno se dio en la conquista, es decir, una vez que los españoles llegan a lo que en su momento se llamó Tenochtitlán. Pero en el siglo XX percibo una especie de lucha por marcar una nueva tendencia artística dentro de lo que, ahora sí, se llama México como tal, ¿Por qué? Bueno, una tendencia artística muy fuerte fue esta, el muralismo mexicano, y sin embargo hay otras que incluso parecen quererla desplazar dando cabida a nuevas tendencias de artes, inclusive, bajo nuevas técnicas, artes y conceptos (minimalistas) como el que mencioné en el post sobre Mathias Goeritz, esta nueva tendencia sí parece querer desplazar el muralismo mexicano o, al menos, imponer una nueva tendencia a seguir en México en cuanto a arte se refiere.
Por otra parte tenemos el enriquecimiento cultural derivado del Exilio español. Ya sea dentro del aspecto cinematográfico, de la pintura, de la literatura entre otros tantos que vinieron para quedarse en el país y ser parte de la cultura misma (segunda naturaleza según Terrazas).
Y sin embargo, el siglo XX fue un siglo de una variedad importante para el desarrollo cultural en México y podría asegurar que en el mundo también. Van (hasta la publicación de este post) 15 años del siglo XXI y los ídolos parecen ser muy diferentes.
Esa fue mi revelación, esa mezcla de tantas cosas que vi y que quizá sólo me estén confundiendo y motivando a escribir cosas que no son como lo pienso, pero así lo percibí, siglo XX en México fue una lucha constante de tendencias que no se vio en disputa directa.
Espero que los lugares con los que me encuentre más adelante me hagan dar cuenta de que tantas de las cosas que pensaba estaban equivocadas... de nuevo.