Sin embargo, antes de entrar en estas apreciaciones hay que considerar que éstas no están sujetas a generalidades o a reglas universales, así como estas apreciaciones se podrían catalogar conforme su naturaleza. Por cierto, no las estableceré a manera de axioma:
1. Se ve en su mayoría que las mujeres son más sensibles ante un rompimiento. O al menos eso hemos visto muchas veces; aunque cabe recordar que últimamente se ha dicho que es al contrario, que a los hombres les afecta más un rompimiento. Sin pretender ser determinista y en un posible acercamiento a dicha situación se expone lo siguiente:
El problema máximo de aquella persona que sufre de más en la relación o inclusive en un búsqueda por conquistar a otra persona radica en las expectativas que se tienen hacia con la inocente parte contraria.
Ejemplifico lo anterior en los siguientes casos conocidos.
A) La actualmente conocida "friendzoneada": Es una realidad que hay personas de distinto sexo, heterosexuales y que son amigos (sí, amigos), el problema se genera cuando alguna parte busca la otra mediante llamadas, mensajes, como si tuvieran ambos que administrar el tiempo de cada día para pensar cuándo verse. Gente; eso lo hacen las parejas. La mencionada situación resulta en que la parte que busca se llena de expectativas que se traducen en planes (que quizá respondan a clichés o a ideales amorosos), mientras que la parte contraria se llena de incomodidades al encontrarse en la problemática de la definición de la relación (la parte conceptual), y es bien sabido que en todas las cosas que se hagan (todas) si no se tienen claras las definiciones, el plan se viene abajo. Y es en esta parte de la problemática de la definición donde surge una disonancia cognitiva: "es que sí me la paso bien con él/ella, es tiempo de calidad, pero él/ella no me gusta en absoluto y me incomoda que me quiera tratar como su novio/novia, somos amigos". Huelga decir que esto de la incomodidad es válido siempre y cuando exista la siguiente condición: que una de las partes deje en claro sus nulas pretensiones de "dar el siguiente paso". Esto, dado que existen personas que no acostumbran a delinear esta condición, inclusive podrían responder a ciertas pretensiones estimulando una declaración por parte de quien busca, pero respondiendo con un "que siempre no".
B) La conquista: en un acto contra toda esperanza, hay quienes al ver la posibilidad de enamorarse, lo hacen, inclusive parece que programan su cuerpo/mente para hacerlo ante cada persona que les es atractivo/atractiva o hasta llegar al punto de hacerlo ante quienes ven un "chance" ("hoyo, aunque sea de pollo").
No, la parte de las expectativas sobre el amor es la más culera de todas, nunca deberá existir la necesidad de forzar el cuerpo/mente para responder a dichas expectativas (que en realidad son clichés). Cabe decir que si hay una característica que comparten los dos puntos anteriores (la conquista y la "friendzoneada"), es la siguiente (la cual detesta el autor): que la parte que busca cede argumentativamente a cada premisa que dice la parte buscada, es decir; que las conversaciones no generan discusión, que todo lo que dice la parte buscada está bien, que está en lo correcto.
¿Por qué está mal esto?
Si usted no puede responder esta pregunta por su cuenta, usted tiene noticias, usted está en un problema.
Está mal porque deja al descubierto el poco criterio de la parte que busca, su bagaje teórico, práctico, apreciativo, etcétera (si usted es nuevo leyendo este blog, sabrá que se huye del cobarde "etc.") se ven en decadencia, esto porque la parte que busca no puede sostener una opinión sólida ante casi cualquier tema ("quizá no sepa mucho sobre lo que hablas, pero..."), esto proyecta la imagen de que quien cede se encuentra en un estado de servidumbre y de sumisión, un estado donde no se tiene la capacidad de toma de decisión o de generar propuesta ("pues como quieras"). Entonces, uno se preguntaría "¿qué opinión tiene la persona que busca?". Bien, en términos generales dicha opinión es traída desde la res pública, es decir desde lo que compete a todos; pero con la diferencia de no profundizar en cualquier tópico, dejándose llevar por lo común, algo que el autor denominaría "la carne de cañón de la opinión pública" porque es fácil de moldear, modificar y dirigir.
Esta persona (la que busca) claro que tiene opinión, pero se ve en la penosa necesidad de retractarse cuando de encontrarse con la persona buscada se trata, esto, para no generar una discusión verdaderamente retroalimentativa; los motivos pueden ser varios; miedo a "perder" argumentativamente, miedo a quedar mal con la persona buscada (que cediendo ciegamente es motivo para quedar mal), entre otros.
Es importante generar discusión, así se pueden generar nuevas ideas (algo un poco dialéctico). La cosa no se trata de aventarle flores a alguien, sino hacerle ver sus aciertos y errores.
C) el rompimiento: En el caso hipotético (que siempre se materializa) de que una de las partes en un relación deje de sentir lo mismo ("ya no siento lo mismo por ti") las expectativas realizan la prueba de fuego.
Todos hemos sabido de rompimientos o sido víctimas/victimarios de uno, y cuando de motivos sinceros se trata ("encontré alguien más", "simplemente ya no siento nada por ti", "me he dado cuenta que las relaciones de este tipo no son para mi", "necesito tiempo y espacio para mí") salen a flote las expectativas, las respuestas hacia estos motivos son de orden imperativo o hasta posesivo ("¿qué no te basta conmigo?", "¿es que no te das cuenta de que has cambiado demasiado y por eso ya no sientes nada por mí? Me hieres", "me doy cuenta que no eres lo suficiente maduro para una relación de este tipo", "¿no te has dado cuenta de que suenas muy egoísta?"). La línea base de estas respuestas se haya en las expectativas, es decir, que si bien las expectativas hacia alguien son inherentes, hay quienes exageran en tenerlas. En este tipo de situaciones, los motivos del rompimiento son considerados dignos de un "patán" (¡¿Qué no se trataba de ser sinceros en la relación?!)
Uno de los principales ideales derivados de la expectativa es el llegar al matrimonio (algo ante lo cual algunos tenemos aversión), es por dicha razón que el exigir tiempo y conocer nuevas personas al momento de romper suena muy egoísta por parte de la víctima. De igual manera que el punto anterior, los motivos para tener esos ideales amorosos son varios: hacer de la historia amorosa que tienen ambos antes de romper, algo demasiado simbólico con la necesidad de darle continuidad ("tú y yo tenemos una historia única"), esperar tener una relación duradera y sólida, responder a clichés (ir en auto).
Se expone la idea de que al hombre le es más fácil "cerrar ciclos" (repito: no es regla general).
2. El segundo punto sobre el debate de la madurez en los géneros gira en otros aspectos los cuales se dividen de la siguiente manera:
A) comportamiento, lenguaje y expresión: parto de lo siguiente.
"La lengua es en cierto modo la manifestación externa del espíritu de los pueblos"
- Wilhelm Von Humboldt
Por favor, dése a respetar al momento de expresarse ya que si usted se expresa como un estúpido (o infante), que no le sorprenda que le traten como tal. La anterior cita se baja a cierto nivel, claro, ya que la cita anteriormente dada responde a un criterio de orden sociolingüístico conforme el vínculo pueblo-lengua que existe.
Los diferentes modos de expresión para sus diferentes motivos pierden seriedad, por ejemplo, quienes tienen esa necesidad de aparentar algo al momento de expresarse añadiendo "s" o "st" a palabras terminadas en "r" (ej. amor, amors, amorst).
Tipo de expresiones así o similares no despiertan ternura ni nada parecido, sólo traen furia a la persona que escucha dichas palabras muy parecidas a las cacofónicas.
Evalúe usted qué género tiende a recurrir de manera más constante a prácticas como esta.
B) la incomprensión hacia el otro género: en primera instancia hay que considerar el contexto en el cual vive actualmente la diferencia de género, se trabaja actualmente en crear un ambiente de igualdad (que considero debería ser equidad) de género, ver ambos géneros con los mismos derechos derivado de una dominación por lo masculino (De Beauvoir 1, Schopenhauer 0).
Dentro de las repercusiones teóricas que lleva consigo el término "libertad", "justicia" o "equidad" (Darle una leída a Rawls), el autor interpreta lo siguiente: si se cuentan con derechos humanos para exigir la igualdad hombre/mujer ¿qué necesidad existe para ser caballeroso?
Advertencia: no quiere decir lo anterior que se niegue a serlo, sólo se pone a duda los trabajos de igualdad de género.
Lo anterior refiere a que si se trabaja por la igualdad de género ¿por qué existen áreas exclusivas para mujeres en el transporte público? Evidentemente el argumento principal girará sobre el acoso sexual, ante lo cual es una problemática fuerte por el hecho de hacer de un buen día a un horrible día para una mujer por culpa de un pervertido, algo ante lo cual la mujer no debe sufrir. Pero este contexto va más allá, los (nuevamente) clichés que un hombre debe hacer ante una mujer para cumplir con cierta etiqueta también crean diferencia de género, entonces uno se pregunta... ¿Responder a la costumbre o a la igualdad de género? ¿Ser tolerante al enojarse con una mujer o soltarle un puñetazo porque somos iguales y como tal tengo acceso a hacerle lo mismo que a mis amigos? (De Beauvoir 1, Schopenhauer 1)
La "igualdad" debería ser "equidad": que los derechos de unos sobre otros permanezcan respetados, tras un trabajo de cultura para respetar, no dividir para evitar acosos sexuales.
Lo anterior sólo fue el contexto de la incomprensión (tema competente a este punto).
En este sentido, la situación más ad hoc es el ignorar otra persona. Es decir y volviendo a la posible situación de "conquista" de uno a otro, una de las partes se ve en la necesidad de no hacer caso a pretensiones hasta llegar a un punto de exageración, por dicha razón, la contraparte actúa de manera de no volver a mantener contacto con la otra por el constante rechazo. Posteriormente viene la queja de la parte buscada como si en resumen la situación tendría que girar en un "<nombre de la persona>centrismo" (ej. Jeraldinycentrismo).
Los diferentes modos de expresión para sus diferentes motivos pierden seriedad, por ejemplo, quienes tienen esa necesidad de aparentar algo al momento de expresarse añadiendo "s" o "st" a palabras terminadas en "r" (ej. amor, amors, amorst).
Tipo de expresiones así o similares no despiertan ternura ni nada parecido, sólo traen furia a la persona que escucha dichas palabras muy parecidas a las cacofónicas.
Evalúe usted qué género tiende a recurrir de manera más constante a prácticas como esta.
B) la incomprensión hacia el otro género: en primera instancia hay que considerar el contexto en el cual vive actualmente la diferencia de género, se trabaja actualmente en crear un ambiente de igualdad (que considero debería ser equidad) de género, ver ambos géneros con los mismos derechos derivado de una dominación por lo masculino (De Beauvoir 1, Schopenhauer 0).
Dentro de las repercusiones teóricas que lleva consigo el término "libertad", "justicia" o "equidad" (Darle una leída a Rawls), el autor interpreta lo siguiente: si se cuentan con derechos humanos para exigir la igualdad hombre/mujer ¿qué necesidad existe para ser caballeroso?
Advertencia: no quiere decir lo anterior que se niegue a serlo, sólo se pone a duda los trabajos de igualdad de género.
Lo anterior refiere a que si se trabaja por la igualdad de género ¿por qué existen áreas exclusivas para mujeres en el transporte público? Evidentemente el argumento principal girará sobre el acoso sexual, ante lo cual es una problemática fuerte por el hecho de hacer de un buen día a un horrible día para una mujer por culpa de un pervertido, algo ante lo cual la mujer no debe sufrir. Pero este contexto va más allá, los (nuevamente) clichés que un hombre debe hacer ante una mujer para cumplir con cierta etiqueta también crean diferencia de género, entonces uno se pregunta... ¿Responder a la costumbre o a la igualdad de género? ¿Ser tolerante al enojarse con una mujer o soltarle un puñetazo porque somos iguales y como tal tengo acceso a hacerle lo mismo que a mis amigos? (De Beauvoir 1, Schopenhauer 1)
La "igualdad" debería ser "equidad": que los derechos de unos sobre otros permanezcan respetados, tras un trabajo de cultura para respetar, no dividir para evitar acosos sexuales.
Lo anterior sólo fue el contexto de la incomprensión (tema competente a este punto).
En este sentido, la situación más ad hoc es el ignorar otra persona. Es decir y volviendo a la posible situación de "conquista" de uno a otro, una de las partes se ve en la necesidad de no hacer caso a pretensiones hasta llegar a un punto de exageración, por dicha razón, la contraparte actúa de manera de no volver a mantener contacto con la otra por el constante rechazo. Posteriormente viene la queja de la parte buscada como si en resumen la situación tendría que girar en un "<nombre de la persona>centrismo" (ej. Jeraldinycentrismo).
Volviendo a citar otro ejemplo expuesto en este texto, hay que considerar el caso del rompimiento. Los motivos son sinceros y sin la pretensión de causar un daño fuerte a la víctima, entonces ¿Por qué la víctima hace uso del rompimiento para considerar a la contraparte un patán? Sucede, sucede...
Este tipo de actitudes crean incomprensión hacia el/la otro. Para evitar comentarios de lectores interpretando misoginia, su tarea es evaluar qué género recurre más a estas consideraciones.
Este tipo de actitudes crean incomprensión hacia el/la otro. Para evitar comentarios de lectores interpretando misoginia, su tarea es evaluar qué género recurre más a estas consideraciones.
Tenga en cuenta que todo lo anterior puede estar sujeto a errores conceptuales, o de alcance.
Entonces, para definir la madurez de las personas, hablando sentimentalmente, el autor considera crucial partir de las expectativas, ya que estas están en función de la realidad percibida a partir de una relación. Si las expectativas son altas (matrimonio ideal, vida feliz, etcétera) lo más probable es que la madurez no se haya alcanzado en su totalidad. Pero...
Entonces, para definir la madurez de las personas, hablando sentimentalmente, el autor considera crucial partir de las expectativas, ya que estas están en función de la realidad percibida a partir de una relación. Si las expectativas son altas (matrimonio ideal, vida feliz, etcétera) lo más probable es que la madurez no se haya alcanzado en su totalidad. Pero...
¿Qué quieren que diga?
Apenas tengo 22 años...
Apenas tengo 22 años...
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