miércoles, 3 de marzo de 2021

La racha catalana

Autoseñalamientos. Estas últimas semanas han sido duras. Curva de adaptación que se ve reflejado en un partido de futbol, por muy ridículo que esto suene.

No pretendo aprender de ideas mecanicistas de ingenieros civiles que hablan de Políticas Públicas sobre movilidad. Una visión muy limitada a mi gusto, pero me pregunto ¿qué puedo aportar yo? ¿en qué punto me encuentro? ¿a caso podemos identificar nuestras diferenciar y cómo las vamos a resolver?

El lunes ya tenía suficiente, suficiente de soportar profesores que exigían a gritos compararnos entre nosotros para buscar una competencia, para establecer un modelo ideal de trabajo, de estudiante. La congruencia no debe ser sinónimo de estándar, hay que aprender a diferenciar las particularidades y virtudes de cada persona. No todo somos ni debemos ser iguales, no debemos seguir un modelo. Entonces, ¿por qué demonios salir a buscar la perfección en buscar y exigir a los alumnos que expongan en 3 minutos? La calidad compacta, así es la escuela hoy, formar modelos.

El lunes estaba agotado de caer en ridículo al intentar siquiera sugerir una idea mía. Alguien dentro mí estaba resurgiendo, alguien con ideas estancadas y con miedo a hablar en público virtual. Las fragilidades se hacían presentes.No encajaba, no encajo en un mundo como este, y no tanto por las prácticas que se realizan, sino porque no entiendo cosas que debería saber. Al final creo que todo esto es parte de salir de la zona de confort. Es duro, pero volvemos a lo mismo ¿por qué diablos creerle a una profesora que debemos compararnos entre nosotros y decirnos quién es el mejor haciendo tal o cual cosa? QUÉ PRETENCIOSO  ES ESO, si quiera pensarlo. ES MALVADO, no seré muy inteligente, pero en mi barrio eso se le conoce como "amarrar navajas". No lo vuelva a hacer, Doctora, NO MAME.

Estoy muy triste, el lunes solamente quería existir, no quería entrar a mi clase del martes, estaba derrotado, pero tenía que volver a ver un documental (sí, claro), me estaba predisponiendo para verlo con calma en la noche. Cuando todo estaba listo, la película había sido retirada de donde la vi y me entró una depresión horrible, ya eran muchas derrotas, ya eran muchos intentos por intentar cuajar en un mundo en el cual nunca me he sentido, en el mundo real.

El lunes ya tenía mucha carga emocional de lo transcurrido, cargar con la culpa de traicionar a mi trabajo por búsquedas ridículas, por ayudar a los demás. Una disonancia cognitiva que me llevó a tomar decisión pensando en la divulgación del conocimiento.

El lunes no estaba bien y solamente quería llorar, solo, sentirme mal por la noche mientras comía tacos de bistec (para colmo me faltaron los nopales).

El lunes me senté cenar mientras veía una repetición de un partido de futbol, Liverpool vs Barcelona de la Semifinal de Champions de 2019. Vi la repetición que dura más de 20 minutos para sentirme bien viendo algo que me gusta, el futbol. Me hacía sentir bien desquitar mi coraje deportivo contra el Barcelona ¿por qué si son tan buenos siempre fallan y erran tan ridículamente? El año anterior (2018) les remontó la Roma de manera RIDÍCULA, en 2019 Liverpool hizo MÁS GRANDE el ridículo con una remontada con un gol que cruzó a todos los jugadores mientras estaban distraídos, en 2020 cayó ante el Bayern Munich  8-2. ¿era una mentira el Barcelona? No lo sé, pero me causó morbo y emoción ese partido. Porque por una parte está la esperanza, la confianza, la seguridad, contundencia y habilidad para superar al rival, pero por otro está la soledad, la tristeza, amargura, humillación y decepción de caer de manera tan ridícula.

¿y yo por qué estaba viendo ese partido? Me dije.

El lunes yo era el Barcelona, el lunes me sentía como el Barcelona. Ni siquiera lo que me hacía sentir bien pudo despejarme la duda.

 


El lunes fui, y me costará trabajo salir de esa idea, pero un día, aunque tome años, seré el Liverpool.

Nunca caminarás solo.