miércoles, 24 de junio de 2020

¿Por qué diablos me estoy dejando crecer el cabello?

Sí. Yo sé que este post suena bastante personal y egocéntrico "Uy, sí. Ya va a empezar a hablar sobre sí mismo". Pues no es así del todo. El presente post es una oda a la vida y al momento en el que estamos viviendo.

Actualmente tengo 27 años y estoy sobreviviendo como un campeón estos 27 años y evitar pertenecer al famoso "Club de los 27". Tan solo el día de ayer ocurrió un temblor en México de magnitud 7.5 en la escala de Richter que tuvo afectaciones en algunos estados de la república, y en la Ciudad de México, donde vivo yo, se sintió algo fuerte el temblor, por poco sentía que se venía algo similar al temblor de 2017. Así como yo tengo 27 años, tengo primos, familiares y conocidos que son menores que yo, algunos tienen 18, 19, 22, 23, etc. Y me encanta ver cómo disfrutan su vida de jóvenes.

El que diga que son jóvenes, no quiere decir que automáticamente yo sea una persona mayor. Pero a ver, al menos mi vida sí ha transitado bastante conforme pasan los años de tal modo que hablar del Gabriel de los 22 no es hablar del mismo Gabriel de los 24, al de los 26 y al de los 27. He vivido muchos cambios conforme pasan los años. Y a las edades que veo de estas personas, me recuerdan cómo disfruté de mi vida a esa edad, me encanta que disfruten de las cosas que son para ellos, la música, los juguetes, las series, la ropa, etc. Me gusta que sean ellos a esa edad, porque así fui yo a esa edad y lo disfruté y sobretodo, APROVECHÉ. Entonces me siento bien de que ellos lo estén aprovechando también.

En fin. Desde hace ya varios meses, calculo que desde noviembre de 2019 ya tenía pensado dejarme crecer el cabello. Por suerte tengo la oportunidad de hacerlo independientemente de mi trabajo, dado que tienen mecanismos de protección ante discriminación y esas cosas. Y dije "Cuando tenía 15 a 18 tuve el cabello muy largo, pero siento que no lo aproveché del todo", es decir, siento que no lo cuidaba y no lo lucía aún mejor, peinarlo seguido y experimentar con él en peinados y demás. Así que lo pensé mucho y aquí expongo mis razones de porqué me estoy dejando crecer mi cabello:

  1. Porque quiero. Este es el principal. A algunos seguramente no les gustará lo que hago, pero a mí sí, es un regalo para mí. Eso es lo verdaderamente importante, los demás pueden irse al diablo.
  2. Porque mi cabello es muy bonito y debo lucirlo. Pocos saben que tengo el cabello chino, no es un chino perfecto, pero cuando crece se ondula mucho y se ve genial, ahorita, cuando me lo lavo y lo dejo secar solito se esponja muchísimo y parezco un borreguito.
  3. Porque en algún punto de mi vida me quedaré sin cabello o con poco cabello. En hombres es común la alopecia, la calvicie, la mayoría de los casos se da por cuestiones genéticas. Hay quienes llegan a la vejez y conservan mucho cabello. En mi caso, mi papá no es calvo, pero sí tiene poco cabello y digamos que, en ese sentido, soy muy parecido a él porque tenemos el mismo tipo de cabello (aunque a mi edad mi papá ya tenía poco cabello), por lo que soy un afortunado de tener aún una abundante cabellera (no tan abundante como hace mucho, pero sigo con mucho todavía). Entonces pienso que es importante disfrutarla y darle una segunda oportunidad al cabello largo. No quiero llegar a la vejez pensando en que tuve la oportunidad y no lo hice; y más considerando que a mi edad hay gente que oficialmente ya está calva. Mejor aprovechemos.
  4. Porque será un gran recuerdo más adelante. Esto va muy ligado al punto anterior, en algún punto de mi vida retornaré al cabello corto, pues en hombres al tener el cabello largo, éste se debilita y se acelera su caída. Entonces tampoco tengo pensado dejármelo crecer mucho tiempo. Quizá a mediados del año siguiente vuelva a la normalidad, o antes incluso. Pero cuando regresé a la normalidad, veré las fotos y los recuerdos y diré que hice un gran trabajo, una buena decisión y no me arrepentiré de nada, pues hice lo que no hice cuando lo tuve largo por primera vez.
En fin. A veces la vida nos pone segundas oportunidades que hay que aprovechar. Y si nosotros lo queremos debemos hacer un esfuerzo mejor que la primera vez, para compensar lo sucedido y disfrutar de ese momento, que es único.