lunes, 10 de noviembre de 2014

Eleutorofobia. Ensayo producto de este blog.

Introducción

El presente texto es un ensayo entregado para la clase de filosofía política contemporánea, el tema fue libre sobre lo aprendido en la clase, dicho ensayo ha sido producto de la recopilación de las ideas que se han hecho en este blog (si lo has leído: 1. lo sabrás y 2. muchas gracias) sinceramente agradezco a todos quienes han contribuido en el enriquecimiento de este personal espacio, resaltando aquellos comentarios con carga negativa, ya que estos son los que más despiertan la retroalimentación del autor, este ensayo me ha dejado con un buen sabor de boca que lejos de hacerme sentir satisfecho, me hace dar cuenta de mis limitaciones despertando mis ansias de ampliar mi (quizá decadente) marco teórico y dejar de un lado la parte contemplativa de las cosas para dar paso a la propuesta, es decir; olvidarme de las interpretaciones de las que pueda hacer uso sobre lo cotidiano o la cotidianidad y generar nuevas ideas.
El logro personal no es el máximo jamás antes logrado, ya que esta especie de prólogo (que parecen flores al autor) además de haber sido escrito en el transporte público habla sobre un ensayo que ni es parte de mi tesis y que carece de críticas (ya que no se han solicitado), sin embargo, es gratificante saber que aquel proyecto personal empezado hace dos años repercuta en un ensayo que fue escrito en un sábado por la tarde despues de haber despertado de una siesta de 3 horas derivada de un cansancio de otras gratificantes labores, y con la característica de haber sido escrito con el mismo placer con la cual se escriben estos post (que en muchos casos) no llegan a nada y parecieran carecer de sentido.
El objetivo del primer post se empezó a cumplir (apenas).
Ya llegué al toreo, se acabó el prólogo, lean este ensayo. Putos

Eleuterofobia. Ensayo para la clase de filosofía política contemporánea.



Gabriel Adán Guzmán Sanluis
Eleuterofobia.

Ensayo para la clase de Filosofía Política Contemporánea

Las raíces de la teoría de la justicia lejos de considerarse dentro del campo de la elección racional o rational choice tienen una concepción liberalista que ha transitado por un camino muy extenso, dicho esto por la lectura que se le ha dado sobre Rawls en lo relacionado a la justificación de la filosofía Kantiana, cierto, sin embargo hay que poner en otro contexto la filosofía de Kant.

Todo esto porque Kant en ¿Qué es la Ilustración? Si bien no propone como tal el concepto del imperativo categórico, pero sí marca una tendencia de pensamiento muy similar para entender la autonomía del hombre, en este caso, lo maneja a manera de una “minoría de edad” donde la ilustración va a establecerse dentro de cada persona y con el interés de esforzarse a pensar haciéndose valer por uno mismo, ahora, este texto con todo el contexto histórico en el que se desenvuelve tiene una gran relevancia, ya que las ideas de la ilustración se vieron consolidadas en la revolución francesa, acto que fue precedido por la revolución de las 13 colonias inglesas, cabe recordar que fue un camino arduo el recorrido para lograr dichas revoluciones, pero ¿Qué importancia tienen con el liberalismo? Hay que tener claro que lo anterior mencionado tiene fundamentos en el liberalismo, tal se ve con John Locke y los denominados contractualistas, este principio de liberalismo entendido como una libre acción se vio reflejado en la declaración de los derechos del hombre y de los ciudadanos, este documento que tiene relevancia histórica amplísima constituye lo que me atrevería a llamar “El triunfo del liberalismo”, el respeto a los derechos del hombre y la exigencia por una educación científica son algunos de los principios de este texto, y por lo tanto este principio de respeto e igualdad se ve presente en Kant. Hasta este punto todo pareciera estar a favor del liberalismo, sin embargo, no todo puede entenderse bajo esa óptica, además, hay que recordar que el concepto de liberalismo no se puede entender de la misma a cómo se entiende el concepto de liberalismo económico, ya que en este concepto entra en juego la denominada mano invisible que bajo una fuerza natural establece un orden por sí mismo sin necesidad de intervención alguna, que tiene como máximo exponente a Adam Smith.

Ahora, el problema del liberalismo es que intenta marcar radicalmente las diferencias entre lo público y lo privado, algo ya tocado con relación al choque contra el comunitarismo. De la misma manera querría marcar la problemática dentro de la filosofía Kantiana propuesta dentro del término de la Sociedad cosmopolita, donde sus repercusiones del uso público/privado de la razón desembocan tanto en dirigentes como en súbditos con relación a que una sociedad cosmopolita se determina por el respeto que tienen éstos hacia sus gobernantes y las leyes. Y por lo dicho sobre el liberalismo contra el comunitarismo hay que considerar lo escrito por Bobbio en Liberalismo y democracia, donde establece la premisa de que la democracia como tal encuentra sus raíces en el liberalismo, algo que despierta mucho las ideas encontradas en Umberto Cerroni, es decir, en la idea del Pensamiento político, dicho esto por la manera de cómo se entendía la democracia para los antiguos y para los modernos, recordando que la democracia dentro de su concepción minimalista si se comparara con el entendimiento de la democracia de la actualidad choca con varias cosas, todo por el proceso de democratización. Y para entendimiento de lo anterior me atreveré a citar lo siguiente:

“El fin de los antiguos era la distribución del poder político entre todos los ciudadanos de una misma patria: ellos llamaban a esto libertad. El fin de los modernos es la seguridad en los goces privados: ellos llaman libertad a las garantías acordadas por las instituciones para estos goces”.[1]
Esto tiene un panorama totalmente contradictorio, y es al punto que querría alcanzar. Porque si bien el espíritu del liberalismo ha alcanzado a la mayoría de las naciones declaradas democráticas en la actualidad, las repercusiones que trae consigo son muchas veces devastadoras.

Esto evidentemente está ligado al entendimiento del concepto de Autorealización, que por lo discutido, no será necesario adentrar el concepto, y es en este punto donde el espíritu del liberalismo cobra su propio sentido cuando se toma alguna decisión, es decir; en asumir las consecuencias que trae consigo ser libre, aunque dichas consecuencias sean catastróficas. Entiendo esto y para ser un poco más ilustrativo, pondré el ejemplo de la declaración de independencia escrita por Thomas Jefferson, independientemente del resto del texto, considero que el concepto del liberalismo se ve fuertemente influenciado cuando se habla de “la búsqueda de la felicidad”, al menos desde esta óptica encuentro una contradicción porque si bien se exigían los derechos inalienables de los hombres y acceso a servicios básicos ¿esto repercutiría en hacerlo desde (prácticamente) la nada?

Con las repercusiones que signifique decir lo siguiente, pero en este punto haría válida la cita de Jean Paul-Sartre cuando menciona que “El hombre está condenado a ser libre” en lo entendido como aquellas decisiones que se puedan o no tomar (que incluso “no tomar” una decisión, significaría hacerlo) para la realización.

Ahora, ya teniendo este panorama, me gustaría entonces hablar sobre el entendimiento de la palabra “Libertad” planteando la siguiente pregunta ¿Existiría entonces la libertad a todos los niveles, es decir, sociales, políticos, de ideas, así como para todos?

Para empezar con esta problemática, me referiré a los trabajos hechos por Zygmunt Bauman, donde éstos (como es bien sabido) giran en torno a la modernidad líquida; a aquellas sociedades que han cambiado por diversos factores, por ejemplo, en el caso del amor líquido, Bauman establece que las relaciones se definen como líquidas cuando las relaciones humanas se ven debilitadas por (incluso) la intervención de los medios de comunicación, haciendo que estas relaciones parezcan más desechables.

Y otro ejemplo es el caso que expone en las favelas de Brasil, donde existe una diferenciación entre las colonias, como si existiera una especie de desprecio y desconfianza hacia (en este caso) los vecinos, dichas fobias se pueden llevar a cabo a diversos ámbitos.

La relación que encuentro de todo lo expuesto a estos trabajos es que si bien las relaciones de las sociedades líquidas se ven asimiladas como el marcar diferencia entre lo público y lo privado, entonces podríamos hablar de liberalismo.

Y esto lo expone al autor en su libro llamado Libertad, donde el origen de la libertad lleva consigo una intención:

“La libertad divide y separa. Separa a los mejores del resto. Obtiene su atractivo a través de la diferencia: su presencia o ausencia refleja, marca y cimienta el contraste entre lo alto y lo bajo, lo bueno y lo malo, lo codiciado y lo repugnante.[2]
Esta concepción de la libertad indudablemente deriva en las fobias antes mencionadas, pero ¿A qué tipo de fobias? Pues bien, la problemática de las ideas filosóficas que se gestaron y que ya se expusieron repercute en el ámbito social cuando se trata de hablar de la intolerancia, la intolerancia hacia los semejantes es producto de esa desinhibición en lo cotidiano.

Al considerar la apreciación hecha por Bauman los problemas cotidianos se ven más claramente dentro de la tolerancia social, es decir, que si esta libertad genera diferentes estratos sociales o clases, estas clases entran en conflicto cuando se reconocen atribuciones que pondrían en desventaja a uno por los diferentes caminos a los que tiene acceso, ya que el pilar de esta libertad es que existan mínimo dos actores sociales, generando un asimetría de condiciones sociales.

Pero esta concepción de libertad no se limita a ello, habría que retroceder un poco más en el camino que ha transitado este concepto, es decir; regresar un poco a la parte de la modernidad líquida. Dicho esto porque esta facilidad de sustituir personas haciéndolas poco indispensables y generando repulsión hacia quienes no comparten los mismos códigos ya sean lingüísticos, de raza o de algún otra índole hace que esta repulsión se pueda alcanzar incluso hacia la xenofobia.

Para ligar estos conceptos que se han dado, el liberalismo y la modernidad líquida tienen un común denominador que parece algo difuso cuando se trata de analizarlos desde sus propias perspectivas, sin embargo, encuentro que en la sociedad esto repercute en la indiferencia, lo curioso es que muchas personas buscan diferenciarse de diversas maneras, incluyendo la ridícula idea de diferenciarse a partir de cosas como el color de piel.

Por lo tanto, se puede ahora entender la influencia de Rawls desde el liberalismo político hacia varias discusiones que se destacan la hecha por Habermas y su crítica hacia el limitado entendimiento cognitivo sobre el concepto de igualdad y de libertad de decisión.

Para concluir establezco la premisa de que el problema del liberalismo y sus conceptos derivados como lo son la libertad, la democracia, la igualdad, entre otros no se marca per se, es decir, por la definición dada entre estos conceptos, sino por las características en las que se encuentran las condiciones para llevar a la práctica estos conceptos, dado que dicho uso público/privado de la razón desemboca inevitablemente en un juego donde algunas personas se ven sometidas ante otras, cosa ya fue visto sobre lo justo y las condiciones en las que se encuentran las personas con más ventaja, este ejemplo podría llevarse a diferentes niveles (como el caso de la distribución del ingreso).

 Comentario adicional

Ya para terminar este post y a manera de resumen quiero argumentar mi posición de que la modernidad líquida al generar un desprecio hacia el diferente aunado con la construcción que se da desde los estereotipos hace que la idea de diferenciarse se desvirtualice en cosas banales, es decir, que para diferenciarme de algo haré uso de cualquier pretexto, aunque de fundamentos teóricos se carezca, posicionándose en el lugar de quien se desprecia. Esta diferencia lleva a que se creen estratos sociales que de reales no tienen nada.
Para esto acudo a las 10 formas de manipulación según Chomksy.

 
El argumento hacia la generalización sobre quienes actúan de cierta manera correspondería entonces al producto de la manipulación mediática (considero yo) por la parte de la ignorancia y mediocridad, ya que si bien se tienen opiniones del contexto sociopolítico, éstas no salen de los argumentos despectivos (que es el peor), narcisistas, y carentes de fundamentos reales, es decir, carentes de análisis de actores o incluso teóricos.
 
 
En pocas palabras.
 
"Te pones al pedo, pero la verdad es que tus opiniones no salen de las que una persona de las que odias diría. Bájale a tu pedo"
 
 Y se escapan varios factores sobre construcciones sociales que generan estereotipos bien cabrones y repercuten en manipulación, tal es la idea del sexo frecuente en las relaciones, o sobre el ideal de la pornografía en cuestión de lo que se ve (en todos los sentidos) que cuando se tiene el acceso a dichos sitios, generan una insatisfacción al momento de tener relaciones por no haber alcanzado el ideal que se vio. Claramente el aspecto sexual es parte de las construcciones sociales.

 


[1]B. Constan (1818). De la liberté des anciens comparée à celle des modernes. En: Bobbio, Norberto (1985). Liberalismo y democracia, 1ra ed. México, FCE, p.8
[2] Bauman, Zygmunt (1991). Libertad. 1ª edición, México D.F. Nueva Imagen, p. 19