Siempre escribir me ayuda a organizar mis ideas y tener claridad sobre mis acciones. Sé que he escrito mucho sobre mi más reciente ruptura, pero prometo esta ser la última, pues he tenido muchas semanas para elaborarlo hasta un punto en el que creo quedar conforme.
Libertad
Sabes que tengo razón cuando te digo que necesitas conocer personas. Ahorita estás triste porque te duele la separación, pero tú sí querías intentar algo con esta persona, lo que te pone triste es el remordimiento (porque en el fondo tú sí desarrollaste sentimientos por esa persona, la verdad no sé desde cuándo empezaste la relación con él, pero al menos yo sentí un año). Tú no cambiarás de ninguna manera, ya me engañaste, y si volvemos me volverás a engañar y tu remordimiento será mayor, entonces te costará trabajo decidir en terminar conmigo para ser libre y estar con él, y terminarás quedándote conmigo reprimida y confundida de tus sentimientos, incluso te quedarás conmigo por puro compromiso, para no fallar a tu palabra de que cambiarías cuando sabes que eso nunca sucedería. Estarás conmigo para no darme la razón desde el inicio, que debías conocer más personas antes de quedarte con alguien para hacer tu vida.
No vas a cambiar, personas como tú no cambian. No cambiaste durante todos estos meses donde te reclamé muchas veces. No cambiaste ni cuando cortamos y tembló, pues te encontré en la jugada con él, tanto me extrañabas que estabas con él. Nunca, ni en el peor escenario, en tu cabeza ha pasado hacer las cosas diferentes. Si vas a cambiar no será porque así lo quieres, sino porque te lo estoy pidiendo. A ti te gusta la fiesta y el desmadre y eso va antes que tu relación, siempre me demostraste que yo soy tu segunda opción, siempre me sentí el amante, siempre lo fui. Eso crees. Eso has demostrado. Eso quieres. No quieres algo distinto, por eso no vas a cambiar. Quítate de la cabeza que me extrañas. No es así. ¿Qué extrañas? ¿Dejarme esperando en la madrugada? ¿Tus 15 minutos diarios de llamadas? ¿negarme e irte siempre sola? Extrañas tener a tu pendejo. Eso extrañas. Yo no quiero que cambies solo para mí.
Y como no vas a cambiar y solo regresaste por culpa, me volverás a engañar (o me volverás a tratar como tu pendejo) y tendrás más remordimiento de lo que hiciste y sentirás desperdicio de tiempo de no haberme tomado la palabra antes en separarnos y conocer más personas.
Tú no me extrañas, solo estás aburrida porque no estás con él, extrañas tu novio de lunes a jueves. Y sí, siempre se te notó que tenías a alguien más.
Estamos bien, al final confío que tu nueva relación prosperará y serás feliz en verdad. Y lamento todas las fallas que tuve porque claro que las tuve. Pero estamos de acuerdo que seremos más felices separados. Al menos confío que tú ya lo eres.